Trolas y troles contra el Papa


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Ya saben que en estos días de la posverdad y la democracia teledirigida, unos cuantos miles de católicos norteamericanos fueron decisivos para darle la victoria a Donald Trump, al creerse las noticias falsas según las cuales Francisco habría pedido el voto para el polémico magnate.

Resulta difícilmente creíble que haya habido tanto católico capaz de dar crédito a semejante especie, y no ya por las las inclinaciones políticas que pueda tener este Papa, que las tiene, como las han tenido sus predecesores sin que nadie se haya rasgado tanto las vestiduras cuando se daba de comulgar a dictadores con las manos manchadas de sangre.

Lo que realmente sorprende es que estos buenos católicos se hayan tragado ese bulo cuando no hacía tanto que Bergoglio había censurado la intención del entonces candidato a la presidencia norteamericana de levantar un muro con México para evitar la entrada de migrantes. Alguien que solo pensaba en construir obstáculos en vez de puentes no le parecía muy cristiano al Papa. Por eso, dudo de que esos católicos realmente votasen engañados. Me da que, como algunos de sus pastores, estos fieles no ven a Trump como un peligro, sino como a alguien que les va a restituir seguridades perdidas.

Por eso tampoco me creo que haya habido católicos que se hayan tragado la noticia –falsa, claro– de que Bergoglio pretendía fusionar el catolicismo y el islamismo, y que obligó incluso a un desmentido de Greg Burke, el jefe de la Oficina de Prensa del Vaticano. Nadie que no se crea con bula –y son legión– para pitorrearse de Francisco puede achacar esa noticia a la confusión que el Pontífice argentino estaría creando en su acercamiento a las otras religiones.

Sin duda, estas intoxicaciones emanan del mismo lugar en el que se cuecen esas resistencias maliciosas de las que habló Francisco en su discurso de Navidad a la Curia, y que prenden en “mentes deformadas”, precisamente ansiosas de escuchar las trolas de esos troles.

Publicado en el número 3.019 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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