JOSÉ BELTRÁN | Director editorial de Vida Nueva
JUEVES 14. Arrancan las fiestas patronales en mi pueblo. Sí, Getafe. Grande como un mastodonte periférico, pero con la esencia de una villa. Nuestra Señora de los Ángeles peregrina de su cerro a la catedral. El pueblo con ella. ¿La comidilla? Los dos obispos procesionan dos metros por delante del alcalde que reparte preservativos en alarde electoral. No busquen sangre. Al final, hubo saludo en el interior del templo. Mano extendida. La patrona, orante.
SÁBADO 16. Sanlúcar de Barrameda. Ana da el “sí” definitivo como solo ella sabe hacerlo. En familia. Sin confeti. Pero con esa gracia que viene del Sur. La de las sevillanas que convierten los hábitos en traje de flamenca. O lo que es lo mismo, la consagración, en alegría. Todo para seguir al que ella llama “Buen Maestro”.
DOMINGO 17. Viaje de vuelta. De copiloto, madre Joaquina. En la radio, los minutos decisivos de la Liga. Lo vive con la misma intensidad con la que sirve a los niños en el comedor. El Atleti no marca. La Liga es para el Barça. Ronaldo se luce, aunque le sirve de poco al Madrid. “Pero acaba con la cabeza bien alta”. Mirada nueva para vencer el fracaso aparente que implica el triunfo del otro.
MARTES 19. Móstoles. Las misioneras de María Inmaculada hacen virguerías para que muchas de las familias de su escuela infantil puedan llegar con dignidad a fin de mes. Me lo cuentan en la terraza de su comunidad, cuando un Whatsapp me confirma la canonización de Teresa de Calcuta. A la hermana Nieves no le sorprende. Todavía recuerda sus abrazos cada vez que se encontraban en Roma. Santas de hoy. Teresa. Y Nieves.
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En el nº 2.942 de Vida Nueva.