MIÉRCOLES 2. Manques es así. En lugar de esperar un regalo por su cumpleaños, se adelanta y regala ella. Entradas para un concierto de Rosana. No somos más de cincuenta. Por el 40º aniversario del café Libertad 8. “Aquí canté por primera vez, antes solo lo hacía ante mi familia”. Espontaneidad, buen humor y retranca. Nunca entendí el fenómeno fan, pero al verla a poco más de dos metros y guitarra en mano, puedo llegar a entenderlo. Me quedo pasmado. Con una timidez que me lleva a ni siquiera tararear cuando invita a cantar con ella. Quizá porque con las continuas llamadas a Dios en sus canciones, me ha ayudado a rezar. “Magia”. Por las veces que me ha salvado dinámicas de grupos con los chavales. “Sin miedo”. Por las que me ha acompañado en lo cotidiano. “Soñaré”. Y mientras canta su nuevo single, se me ocurre cómo trabajar Amoris laetitia: “Tu y yo no somos tú o yo”. Quienes miran con recelo a Rosana la acusan de componer versos de autoayuda. Bendita autoayuda.
JUEVES 3. Pepe Laguna presenta libro. Un hallazgo. En este Año de la Misericordia, se nos ha llenado la boca de hablar de ternura, abrazo, reencuentro… Pero a veces la misericordia trae consigo disenso. Lo sabe quien rubricó Amoris laetitia. Lo sabe quien se pasea por el Evangelio. “Jesús toca mucho las narices con la misericordia. Cura en sábado y en la sinagoga”. Pepe bucea en el desconcierto que genera hoy “misericordiar”. Por ejemplo, con el extranjero. Así es “Jesús, la misericordia conflictiva del Reino”.
SÁBADO 5. 80 años de vida. 40 años de obispo. Osoro convoca una misa de acción de gracias a Rouco. Preside el cardenal emérito. Con algo de autocrítica. Arrancaba su homilía repasando “una biografía personal detrás de la que se esconde un torrente inmerecido de misericordia, de perdón y de gracia”. Palabras de gratitud a los suyos. A Juan Pablo II y Benedicto XVI por sus viajes a España. Aunque no estaban para escucharle todos los que son. O, al menos, todos los fueron, porque quizá ahora no convenga prodigarse en la foto. Me apena. Sí estuvo Fernando Sebastián. A él se dirigió Rouco, como viejos colegas de Salamanca que se trataron “en años esperanzadores pero también turbadores”.
LUNES 7. Presentación de Últimas conversaciones, el libro de Benedicto XVI. No había reparado en que el autor explicita que el Papa emérito se ríe hasta en setenta ocasiones durante la conversación. El discreto humor de Ratzinger.
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Publicado en el número 3.011 de Vida Nueva. Ver sumario