JUEVES. Portada de ‘Vanity Fair’. Portada de ‘Sportweek’. Doblete en solo una semana. Va a ser que el tirón mediático de Bergoglio no se agota. Y su eco no se queda en las portadas. Carmen Rigalt toma nota de lo dicho en su tribuna de ‘El Español’. Con ese pespunte suyo que nunca desmerece. Y saca sus flecos al aire de esta gira mediática que tiene a ‘Fratelli Tutti’ bajo el solideo: “A saber: no al comunismo, no al liberalismo salvaje, no al bilateralismo y sí al multilateralismo. El no gigante se lo guarda para el populismo y el nacionalismo (¡escucha, Trump!)”. Unos ‘noes’ que implican otros ‘síes’.
- DOCUMENTO: Texto íntegro de la encíclica ‘Fratelli Tutti’ del papa Francisco (PDF)
- LEE Y DESCARGA: ‘Un plan para resucitar’, la meditación del papa Francisco para Vida Nueva (PDF)
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LUNES. “Vacunas para todos”. Lo dijo el Papa. En el Norte le escucharon. Y se aplicaron el cuento: “Vacunas para todos… nosotros”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia que las dosis no llegan al Sur. Y aporta un dato más que vergonzante. En todo el continente africano solo tienen notificadas la administración de 25 dosis. En Guinea. “Una catástrofe moral”, alerta el jefe máximo de ese ente al que nadie había escuchado tanto como ahora. Se queda corto en su balance. Aunque seguro que este veredicto no se lo tienen tan en cuenta como otros.
DOMINGO. A la mujer que hoy se sube al altar de una parroquia de la España vaciada para celebrar la Palabra, poco le preocupan las cuitas ‘acolitadas’.
MIÉRCOLES. Coloquio virtual de la ministra Celaá. Utiliza como un mantra que solo una parte de la escuela concertada se opone a su reforma educativa. No ha querido echar cuentas de quién conforma la plataforma Más Plurales. O mejor, quién no está en la entidad que ha aglutinado como nunca a centros religiosos y no religiosos para hacer frente a su norma. Ella insiste en que la LOMLOE llega con acuerdo, consenso y equilibrio. Presume de haberse reunido hasta tres veces con los concertados. “Y sigo teniendo el despacho y el teléfono abiertos”. En Escuelas Católicas siguen sin saber a qué puerta o a qué número llamar.
