Viviendo la fe


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La fe es dinámica y la vida cristiana es un proceso. Es lo que tratamos de insinuar con el título de este blog “Viviendo la fe”. Aunque es claro que la vida de fe parte de un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, en el sólido fundamento de la Trinidad – Amor, no siempre este aspecto ha sido el central en la experiencia cristiana, y no se debe a que no exista, sino a que no se tiene una mayor toma de conciencia de la importancia de la realidad bautismal y del crecimiento y maduración en la fe.



Aparecida y otros documentos del Magisterio latinoamericano, así como el pontificado de Francisco, recuerdan constantemente la importancia de renovar “ahora mismo” este encuentro con Jesucristo que cambia la vida y que nos pone en un dinamismo espiritual para ser discípulos misioneros en nuestra realidad, de manera que nuestros pueblos en Él tengan vida. Por tanto, este encuentro tiene gran sentido no sólo a nivel personal sino comunitario: la plenitud de la vida se alcanza cuando se entrega generosamente por los demás, recordaban los obispos hace varios años.

Renovar nuestra fe

Si nosotros queremos renovar nuestra experiencia de fe, que es siempre don de Dios, nos corresponde suscitar este encuentro y acrecentar nuestra fidelidad al Evangelio. También el Concilio Vaticano II se expresaba en este sentido: toda renovación de la Iglesia consiste en un aumento de fidelidad a su vocación. Todos estos aspectos que contribuyen a una pedagogía de la vida espiritual serán necesarios para que viviendo la fe en el siglo XXI podamos redescubrir a la alegría del Evangelio.

 Los planteamientos generales expuestos anteriormente nos confrontan con nuestra realidad personal: ¿de qué manera me dispongo a renovar este encuentro personal y comunitario con Jesucristo? ¿Cómo hago -en palabras de san Juan Eudes- para ser un Evangelio vivo, escrito por dentro y por fuera? ¿De qué manera mi vida de fe adquiere un dinamismo nuevo a la luz del misterio pascual? Serán estos los aspectos que se sigan abordando.


Por P. Hermes Flórez Pérez, cjm. Eudista del Minuto de Dios

Foto: Pixabay