José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

“Yo quiero que me afecten las cosas”


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MIÉRCOLES

Siete y media de la tarde. Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles. Renovación de votos de Mercedes y Luis. Veinticinco años juntos. No pude estar en la boda. Pero me imagino cómo sería el grado de emoción entonces. El de ahora, insuperable. Como el de su complicidad. Las manos se entrelazan. La mirada, vidriosa, lo mismo cuando miran al frente que cuando deciden compartirla. Se nota que han pasado lo suyo. Es lo normal en quien ha compartido lo que estaba previsto. Y, sobre todo, lo que nadie avisó y se vino encima. Luis es filósofo. Y Raquel, su hermana, le corresponde con Nietzsche. “Aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”. Nos sobran las razones.



JUEVES

Termina el partido España-Italia. Con lo que siempre trae consigo reflexionar sobre un gol en propia puerta. Hago zapping. En La 2, de repente me topo con el entierro de los mártires de la UCA. No es un espacio religioso en prime time. Es ‘En primicia’, un programa de entrevistas a profesionales de la comunicación. En la pantalla, Gervasio Sánchez. Premio Nacional de Fotografía. El hombre con cámara en mano que ha retratado las guerras olvidadas. Y allí estaba, en El Salvador que acribilló a los jesuitas. Y ahí está, denunciando todavía hoy que “los mataron porque eran peligrosos para el régimen”. Un profesional que nunca quiso ser un mueble inerte. “Yo quiero que me afecten las cosas. ¿Cómo voy a comunicar a través de mis imágenes que alguien ha muerto si no soy capaz de emocionarme?”. Un ojo que llora es un objetivo que denuncia.

Documento homenaje a los jesuitas mártires de la UCA

VIERNES

¿Realmente, las misiones diplomáticas se renuevan cada cinco años?

DOMINGO

Dime a quién quieres hacer cardenal y cuándo. Será complicado que aciertes. Es tan imprevisible como confidencial. Más que nunca.

LUNES

Presentación del nuevo libro de Paloma Barrientos. Sobre Isabel Preysler. Cuando alguien deja caer con cierta inquina que el periodismo de sociedad es un género, no solo menor, sino inferior, siempre pienso en Paloma. Por su vocación inagotable. Por su profesionalidad. Y por el interés voraz por aprender de todo y de todos. Cada vez que uno de los temas que tiene entre manos linda la frontera religiosa, busca asesoría para no errar. Y lo hace de manera tan apasionada como certera.