A pie de calle

Ianire Angulo Ordorika
Profesora de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola

Aferrarse a la fragilidad de Dios

Sé que hay muchos motivos pastorales y prácticos para adelantar la Misa del Gallo, pero no me vais a negar que eso de celebrar el nacimiento de Jesús en los albores del día 25 tiene un encanto especial. Este año, en cambio, he tenido la oportunidad de cambiar la habitual “misa del pollito” del final

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Nos vemos en la puerta de Belén

Más que en otras ocasiones, este año el Adviento ha pasado de puntillas por mi vida. No voy a echarle la culpa a los centros comerciales, que llevan diciendo que es Navidad desde el día del Pilar, ni a las luces de la ciudad, que, en la mayoría de los lugares están luciendo desde hace

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Embotar

Hay realidades que nos transportan a la infancia. Dicen que sucede mucho con los olores, porque nuestra memoria más primitiva es la olfativa, pero pasa también con paisajes, situaciones e incluso términos. Y es que hay palabras que están llenas de recuerdos y nos lanzan al pasado sin apenas percibirlo. Eso es lo que me

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Dios se ríe bastante de nuestro currículum vitae

Siempre he generado cierta desesperación en quienes se toman muy en serio los juegos de mesa y los viven como si su vida dependiera de ello, porque nunca he comprendido muy bien que jugar implique pensar demasiado. Me sucede precisamente lo contrario, entiendo que pasarlo bien y divertirse es todo lo contrario a estrujarse el

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Cuidar, asignatura de primero de la carrera de Amar

Entre las peculiares habilidades que me caracterizan se encuentra la desconcertante capacidad de matar incluso a las plantas de plástico. No sé si echarle la culpa a mi condición de urbanita irredenta, a la absoluta ausencia de plantas de cualquier tipo durante mi infancia en la casa familiar o, simplemente, a una innata torpeza para

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El deseo de poder y el germen de Herodes

Últimamente, ver las noticias es un verdadero acto de resistencia, porque resulta demasiado sencillo perder la fe en la humanidad. La actualidad política tampoco ofrece un rostro mucho más halagüeño y comentarla daría para más de una entrada de blog. Una cosa que me resulta bastante evidente cuando miro a políticos de uno y otro

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Colorear la existencia

Siempre he sido un poco torpe a la hora de describir los colores. Se escapa de mi dominio esa infinita gama de calificativos que distinguen, por ejemplo, los tipos de azules, más allá del celeste y del marino. Hace poco, además, he sabido que hubo una época en la que se puso de moda calificar

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Vivir como creyentes

Hay veces en las que parece que todo lo que sucede alrededor es como piezas de un misterioso rompecabezas que encajan de manera natural, como melodías aparentemente distintas pero que configuran la misma sinfonía. Así, frases y momentos que parecen no tener ninguna relación entre sí me resuenan como si estuvieran estrechamente relacionados. PODCAST: Acompañar

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Es mío, mi tesoro

Hay situaciones que, por mucho que desde fuera parezcan bastante poco importantes, se convierten en verdaderos dramas personales. Algo así me sucedió el otro día cuando, estando en misa, me di cuenta de que no tenía puesto el anillo de mi profesión perpetua. No os podéis imaginar el vuelco que me dio el corazón, la

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Israel y gaza: rostros y colores

Estoy convencida de que los seres humanos nos acabamos acostumbrando a todo, incluso a lo más espantoso. Se trata de una mera cuestión de supervivencia, por más terrible que sea, porque no es posible vivir todo y siempre con el mismo nivel de intensidad. Está claro que nada es gratis y todo acaba pasando factura,

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