El salesiano y compositor propone “conjugar con la imagen, la palabra, la expresión corporal mínima con el fin de posibilitar que la interioridad de cada persona vaya encontrándose cómoda y se exprese”
A través de unos talleres, invita a que aflore “nuestro corazón inteligente”
El sacerdote y escritor defiende que “los comunicadores del Evangelio somos la voz que le prestamos a Dios para que sea Él quien lo haga”
En su nuevo libro, fruto de muchos años de experiencia en este campo, aboga por ser “instrumentos de comunicación en manos del Espíritu para difundir el Evangelio”