Los obispos aprueban una declaración conjunta en la que exigen “crear en los países de origen posibilidades de vivir con dignidad y en los de destino, salvar la vida de los que llegan”
El secretario de los obispos, Luis Argüello, confía en que no se quiera presentar a la institución como “una gran inmobiliaria” y expresa su voluntad de subsanar todos los posibles errores