Bergoglio reivindica el legado de Arrupe y la impronta de Pablo VI quien dijo que “allí donde hay encrucijadas de ideas, de problemas, de desafíos, allí hay un jesuita”
El Papa condena que los suicidios, las adicciones o alistarse en grupos fundamentalistas son caminos que adoptan los jóvenes desesperados por la falta de trabajo