Reportajes
- Jordi Pérez, quien vive con unas religiosas de Valencia, ya ha debutado como novillero con picadores
- Las consagradas le cosen los trajes de luces cuando se rompen y le acompañan en cada festejo
- La entidad hospitalaria apoya a presos que padecen enfermedades mentales, tuberculosis o sida
- El hacinamiento alcanza límites inhumanos, algo que padecen aquellos a los que acusan de endemoniados
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