Catequesis de cercanía: el Vaticano da un vuelco a la formación dos décadas después

Catequesis de cercanía: el Vaticano da un vuelco a la formación dos décadas después

El mundo está en continuo cambio y la catequesis también. El 25 de junio vio la luz el nuevo Directorio para la Catequesis, el tercero en 49 años desde que en 1971, tras la renovación conciliar, Pablo VI publicara el primero de ellos. En 2016 se tomó la decisión de formular un nuevo texto incorporando las novedades que la acción catequética ha ido experimentando. Una comisión internacional se reunió tres veces para valorar el estado de la cuestión y de ahí surgió la decisión de renovar todo el documento. ¿El resultado? Un texto que presenta el catecismo como un instrumento “dinámico” capaz de adaptarse a la realidad de cada persona y de cada cultura, alejado de “una expresión estática de la doctrina” así como de formalismos vacíos. Por eso, el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización propone a las conferencias episcopales de todo el mundo la elaboración de sus propios textos a partir de este manual.



El único español que formó parte de este equipo de 12 expertos es Juan Carlos Carvajal, coordinador del curso de Teología de la Evangelización y la Catequesis de la Universidad San Dámaso. Para él, en la nueva guía se “simplifica el esquema, haciéndolo más claro, pero manteniendo todos los contenidos” de los anteriores. Aunque la gran novedad sería que “la catequesis se presenta dentro de la misión evangelizadora de la Iglesia” y no solo como una herramienta educativa, planteamiento defendido, entre otros, por los italianos, tal y como ha podido confirmar Vida Nueva. Superada la concepción que la circunscribiría únicamente al marco escolar con el consiguiente riesgo de confundirla con la enseñanza reglada de la religión, Carvajal admite que no ha sido fácil vencer “este debate de fondo”.

Miguel López Varela, delegado diocesano de Catequesis de Santiago de Compostela y que ha participado en la redacción del texto, destaca que se hace una propuesta basada en el primer anuncio que toma su “inspiración del catecumenado antiguo asegurando la conversión y la fe iniciales, urgidos por la misión”. Una amplia misión que se plasma en el texto con novedades en lo que se refiere, por ejemplo, al espíritu ecuménico. Esto se debe al “proyecto de nueva evangelización que puso en marcha Benedicto XVI” y que inunda a todo el documento de un “sesgo misionero”. Otra de las apuestas es el hecho de que se “asume que el catequista es parte constitutiva de la catequesis”, llegando casi a ser presentado como un ‘ministerio’ aunque no ha sido reconocido como tal.

“La musiquilla primera es buena”, apunta Álvaro Ginel, presidente de Asociación Española de Catequetas (AECA). “Los cambios en los ‘haceres de la Iglesia’ vienen de una manera de ser comunidad, de convertirse en la comunidad al Señor y de tomar conciencia de que ella es generativa y engendradora de hijos nuevos, por ser madre y maestra”, comenta.

La fuerza del anuncio

“Me ha gustado leerlo. Ojalá lo lean aquellos para los que está destinado, es decir, que lo lean los obispos y los sacerdotes porque el anterior Directorio pasó bastante desapercibido”, es la primera impresión de José María Pérez Navarro, director del Instituto de Ciencias Religiosas San Pío X de Madrid. En este nuevo texto “cambia el tono y lo hace por el testimonio y la concreción que ha supuesto la vida y el ministerio de Francisco”.

Javier Navarro, gerente de Catequesis de PPC, no encuentra novedades doctrinales en el Directorio, pero cree que “es bastante revolucionaria la toma en consideración de que estamos en un mundo distinto, con nuevos lenguajes medios, realidades sociales distintas…”. Y en este sentido, la propuesta, “hace un esfuerzo por ser fiel a todas las realidades que se dan en la sociedad y responder con una catequesis que no deja a nadie atrás en la iniciación cristiana”, señala. En este sentido, hay un espaldarazo a su método de trabajo. Así, pone como ejemplo los nuevos materiales catequéticos de Madrid, que incorporan “dinámicas que tienen muy en cuenta todo lo contextual” de quienes se inician en la fe. Por ello, destaca, se pone más de manifiesto la actitud de acompañamiento de la comunidad cristiana.

Más allá de la infancia

Para Lola Ros de la Iglesia, promotora de un proyecto de catequesis de adultos en Zaragoza, “estamos en un momento nuevo para la catequesis” y el nuevo Directorio ha tomado la inspiración del Ritual para la Iniciación Cristiana de Adultos para ensanchar el horizonte de la catequesis “con muchos elementos a contemplar, la conversión, el proceso, la importancia de los adultos…” para superar “un concepto muy restringido de lo que es la catequesis, cambiando totalmente esta forma de ver la catequesis centrándose en los procesos de adultos”. Para Ros, en todas las diócesis “se está experimentando un cambio catequético para responder a una sociedad en la que la fe ya no se transmite por tradición”.

En este sentido, para Juan Luis Martín Barrios, director de la Subcomisión de Catequesis de la Conferencia Episcopal Española, este nuevo directorio “sabe a pan y a hogar. A pan porque sirve para alimentar la fe en los hombres y mujeres de hoy de cualquier clase y condición. Y lo hace cuidando y presentando equilibradamente la fe en sus cuatro dimensiones: la fe que profesamos (teología), la fe que celebramos (liturgia), la fe que vivimos (caridad) y la fe que oramos (espiritualidad)”. En la propuesta, “se presenta la comunidad de los seguidores de Jesús, la Iglesia, en sus pastores y catequistas, como la familia que acoge, escucha, discierne y acompaña a los interlocutores de la catequesis en sus diversas edades”, señala.

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