La Doctrina Social de la Iglesia hecha fábrica: un empresario chileno convierte a sus trabajadores en propietarios

La Doctrina Social de la Iglesia hecha fábrica: un empresario chileno convierte a sus trabajadores

“Me dije, estos trabajadores son tan leales, cuidan la empresa como si fuera propia, ¿no es justo entonces que sea propia? Hasta ahora, ellos estaban cuidando su empleo, pero ¿no era justo que además de cuidarla, participen de los resultados y de los beneficios?”, así explica José Luis del Río, presidente del Directorio de Friosur, la incorporación de los trabajadores a su propiedad.



Friosur es una empresa pesquera exportadora emblemática de la Región de Aysén, en el sur del país, ya que cuenta con más de treinta años de experiencia en el rubro y mantiene una producción superior a las 20.000 toneladas al año. Su propiedad estaba compuesta por un 20% de Brim hf, empresa islandesa, y 80% de Inder, integrado por 3 hermanos Del Río. A fines del 2017, vinieron a Chile los socios de Islandia y Del Río les comentó su idea de incorporar a los trabajadores en la propiedad de la empresa. “Me hace completo sentido”, le respondió el ejecutivo nórdico y agregó: “Es muy importante que los trabajadores estén siempre juntos con nosotros”, recuerda José Luis del Río.

Fue una sorpresa

A comienzos de septiembre se realizó la ceremonia, con participación de la Ministra del Trabajo, María José Zaldívar, en que la pesquera traspasó el 20% de la propiedad de Friosur a sus trabajadores, los que toman ese porcentaje a través de la Cooperativa de Trabajadores de Friosur (Cootraf) cuyo presidente, Rubén Leal, integrará el Directorio de la empresa.

Según Leal, las conversaciones formales comenzaron a inicios de 2018, cuando viajó a Santiago junto a otro dirigente del sindicato para una reunión con Del Río. “Fue una sorpresa que nos digan, tengo una idea que les va a servir mucho a ustedes y va a marcar un hito en Friosur. Ustedes van a comprar parte de la empresa que han hecho surgir después de tantos vaivenes que hemos tenido. Es que ese día nos sorprendió de verdad”, recuerda el dirigente sindical.

Rubén Leal es uno de los principales dirigentes que el año 2012 se manifestaron con fuerza en la región y cerraron caminos y bloquearon puertos como forma de presión para poder tener mejor acceso a combustible, salud, educación y energía. “Ese movimiento del año 2012 fue muy importante para Aysén, porque fuimos capaces de levantar la voz. Estamos buscando la verdadera oportunidad de vivir en igualdad de condiciones con respecto al resto del país, sobre todo en temas de salud y educación, y eso es lo que hemos conseguido. Así se ha forjado Aysén y pienso que ese espíritu es el que la cooperativa recoge”, indica Leal.

Trabajadores compran su participación

Cada uno de los miembros de la cooperativa pagó una pequeña cuota inicial y el aumento de capital se va a pagar con el 80% de los dividendos que reparta la empresa en los próximos 15 años, un 5% será para pagar los gastos de la cooperativa y el 15% lo recibirá en efectivo cada uno de los cooperados. Como condición para ingresar cada trabajador debe tener cinco años consecutivos de trabajo en la empresa. También pueden participar los trabajadores eventuales de Friosur, los que solo deben cumplir con el requisito de cinco años, período que no necesariamente debe ser consecutivo. Además, los trabajadores tienen que residir en la Región de Aysén. En la cooperativa hay 250 trabajadores actualmente.

Si uno de ellos quiere salirse por nuevos horizontes laborales, la cooperativa le comprará su cuota. Pero si un cooperado se jubila en Friosur, puede seguir en la cooperativa. “Esa es otra cosa bonita. Para los que se jubilan esto pasa a ser un seguro para la vejez, lo que es otra forma de mejorar las pensiones”, explica Del Río.

Consultado por las reacciones de otros empresarios ante esta idea José Luis del Río confiesa: “Me ha sorprendido el interés y la aceptación que ha tenido. Pensé que varios de ellos, los más conservadores, se iban a molestar o escandalizar, porque lo nuestro es bien extremo. Yo abogo porque haya más diálogo y participación en las empresas. Pero me ha sorprendido la buena reacción. Sinceramente no me lo esperaba”.

Organizaciones más humanas

La familia Del Río participa en la propiedad de otras empresas grandes en las que el empresario no ve fácil hacer lo mismo: “esta iniciativa responde más bien a las características particulares y a la historia de Friosur, empresa mediana y regional, con trabajadores con muchos años en ella. Difícil extrapolarlo a empresas muy grandes y multinacionales, creo yo. Cada empresa debe buscar soluciones acordes a su realidad, que permitan hacer organizaciones más humanas, donde la relación capital y trabajo, por llamarlo así, sea de mutua cooperación. Donde exista mayor cohesión entre accionistas, ejecutivos y trabajadores” explica Del Río.

“Esta es una decisión que tomamos hace tres años con los socios islandeses de Brim Hf, para retribuir a los trabajadores de Friosur el gran, fraterno y leal esfuerzo que han hecho por más de 30 años trabajando duro para que esta empresa sea sustentable, ocupándose de mejorar siempre la productividad, capacitación y el clima laboral, y cuidando el ambiente y la biomasa pesquera de Aysén”, dijo José Luis del Río en la ceremonia de incorporación de Cootraf, la cooperativa que integra a sus 250 trabajadores permanentes.

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