China impondrá a la Iglesia una “guía” para “adaptarse a la sociedad socialista”

  • En su discurso en la apertura del 19º Congreso del Partido Comunista, el presidente Xi Jinping afirma que este método se aplicará con todas las confesiones y que el objetivo es “chinizar las religiones”
  • Teóricamente, se asegura el “principio de independencia”, pero, en el caso de la Iglesia católica, queda en el aire quién designará a los obispos

China impondrá a la Iglesia una “guía” para “adaptarse a la sociedad socialista”

Inaugurado este miércoles 18 de octubre, el 19º Congreso del Partido Comunista Chino ha proclamado pomposamente que el país afronta una “nueva era” en la que el fin último será arraigarse en sus principios fundamentales; lo cual requiere un mayor énfasis en promover “el espíritu chino, sus valores y nuestra fuerza”. Algo que también interpela al ámbito religioso. Y es que, como dejó claro en su discurso (de tres horas y media…) el presidente, Xi Jinping, el reto es “chinizar las religiones”.

“Manteniendo el principio –explicó el líder comunista– de que las religiones en China deben ser chinas en su orientación”, se hará llegar a todas las confesiones “una guía activa” para que “puedan adaptarse a la sociedad socialista”. Una guía, teóricamente, que partiría de la “reflexión teórica” y que también se aplicaría en otras esferas de la vida pública, como la cultura o la educación.

Dejando bien claro que se cierra toda puerta a la mínima influencia extranjera, especialmente occidental (bajo la excusa de “salvaguardar la seguridad nacional”), el presidente también aseguró que el Estado se proveerá de los instrumentos a su alcance para “combatir cualquier acto de infiltración, subversión, sabotaje, actividades terroristas violentas, actividades de separatismo étnico y de extremismo religioso”.

¿Obispos nombrados por Roma?

Con todo, desde los “nuevos abordajes” con los que supuestamente se busca abrirse a las religiones, Xi Jinping recalcó que uno de ellos es asegurar su “principio de independencia”. En cuanto a si para la Iglesia católica esto supone un apoyo a que la elección y ordenación de obispos sea una decisión de Roma, es algo que no se define. Y es que este es uno de los puntos nucleares que desde hace años marcan el proceso de diálogo entre la Santa Sede y China.

En este sentido, no deja de ser significativo que, como informa la agencia Asia News, entre los invitados asistentes a la inauguración del Congreso, además de otros líderes religiosos, estuvieran los obispos Juan Fang Xingyao, de Linyi, y José Ma Yinglin, de Kunming, presidentes, respectivamente, de la Asociación Patriótica y del Consejo de Obispos Chinos. Ninguno de ellos es reconocido por la Iglesia católica.

Un ejército “para combatir”

Más allá de lo puramente religioso, hubo otros puntos del discurso de Xi Jinping especialmente preocupantes. Así, cuando anunció una reforma militar que debería culminar en 2035 con tener China “un ejército de nivel mundial”, dejó claro que este tendría un carácter disuasorio: “Un ejército se construye para combatir”.

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