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La paz

La paz

“Todos somos prisioneros de una representación masculina de la guerra, que surge de percepciones puramente masculinas, expresadas con palabras masculinas, en el silencio de las mujeres”, dice Svetlana Aleksievič. Nadie ha contado la historia de la guerra como ella, incansable coleccionista de historias y testimonios de mujeres, recogidos en libros a través de su “escritura polifónica” que en 2015 le valió el Premio Nobel de Literatura. Desde Berlín, donde reside, la periodista y escritora concedió una larga entrevista a Ritanna Armeni y Lucia Capuzzi para ‘Donne, Chiesa, Mondo’, que este número habla sobre la guerra porque la perspectiva femenina no es solo una cuestión de género, sino un recurso crucial para el futuro de la humanidad.



Este mes entramos en el tercer año de la invasión rusa a Ucrania, hay más de cincuenta conflictos activos en el mundo y mientras tanto Oriente Medio encadena una crisis tras otra. El dato alarmante es que en el último año el porcentaje de víctimas femeninas se ha duplicado respecto a la década anterior. Es como si el mundo, hundiéndose en una espiral de violencia, intentara sofocar las mismas voces que podrían indicar una salida.

La trágica historia de Vivian Silver representa la paradoja más desgarradora de la relación entre las mujeres y la guerra en estos años oscuros. Activista por la paz israelo-canadiense de setenta y cuatro años, fue asesinada en el ‘kibutz’ Be’eri el 7 de octubre de 2023. Ella había dedicado su vida a construir puentes entre israelíes y palestinos. Su final ilumina una verdad fundamental: las mujeres no son simplemente víctimas pasivas de los conflictos, sino portadoras de una visión alternativa en la resolución de las disputas, fruto de una experiencia histórica de resistencia no violenta que ha forjado herramientas diferentes para enfrentar el poder.

Guerra Ucrania

El patriarcado ha hecho de la guerra su expresión suprema, transformando la diferencia en jerarquía y la debate en opresión. Pero precisamente a partir de la experiencia de la marginalidad, las mujeres han desarrollado una inteligencia contracorriente basada en la diplomacia en lugar del abuso, la creatividad en lugar de la destrucción y la mediación en lugar de la imposición. Los números confirman esta intuición. Como señala la ONU, la presencia femenina en las negociaciones aumenta las posibilidades de una paz duradera en un 35%, aunque las mujeres representan solo el 10% de los negociadores mundiales.

La lección de Vivian Silver, como el testimonio literario de Svetlana Aleksievič, nos recuerdan que la paz no es simplemente la ausencia de conflicto, sino la capacidad de imaginar y construir diferentes formas de convivencia.