344 padres y madres sinodales han tenido que votar cada uno de los puntos del documento síntesis de la asamblea de esta primera fase del Sínodo de la sinodalidad. Un documento organizado entre partes en las que se abordan 20 temas con un una introducción y una conclusión. Los electores han votado expresamente cada uno de los párrafos de los diferentes temas, organizados con la misma estructura: convergencias, cuestiones a afrontar y propuestas. El número de cuestiones abiertas y de elementos para llevar a la práctica son variables en función del tema.
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El papel de la mujer
Todos los párrafos del documento han sido aprobados por más del 80% de los participantes con derecho a voto. También hay que decir que no existe la unanimidad total ya que el texto de mayor consenso, la introducción tiene un voto de rechazo. Ahora bien, el párrafo rechazado por 69 sinodales está relacionado con una de las cuestiones abiertas en torno a la participación de la mujer en el Iglesia. En concreto el punto J sobre el diaconado femenino cuando se dice:
Se han expresado diferentes posturas sobre el acceso de las mujeres al ministerio diaconal. Algunos consideran que este paso sería inaceptable, ya que estaría en discontinuidad con la Tradición. Para otros, sin embargo, conceder a las mujeres el acceso al diaconado restauraría una práctica de la Iglesia primitiva. Otros ven en este paso una respuesta adecuada y necesaria a los signos de los tiempos, fiel a la Tradición y capaz de encontrar eco en los corazones de muchos que buscan una renovada vitalidad y energía en la Iglesia. Algunos expresan el temor de que esta petición sea expresión de una peligrosa confusión antropológica, acogiendo con agrado que la Iglesia se alinee con el espíritu de los tiempos.
La investigación teológica y pastoral sobre el acceso de las mujeres al diaconado debe continuar, aprovechando los resultados de las comisiones especialmente creadas por el Santo Padre y la investigación teológica, histórica y exegética ya realizada. Si es posible, los resultados deberían presentarse en la próxima sesión de la Asamblea.
Desarrollo de una teología del diaconado
Las incertidumbres que rodean la teología del ministerio diaconal se deben también al hecho de que en la Iglesia latina sólo ha sido restaurado como grado propio y permanente de la jerarquía a partir del Concilio Vaticano II. Una reflexión más profunda sobre este punto iluminará también la cuestión del acceso de las mujeres al diaconado.
Se han expresado distintas valoraciones sobre el celibato de los presbíteros. Todos aprecian su valor profético y el testimonio de conformación a Cristo; algunos se preguntan si su adecuación teológica con el ministerio sacerdotal debe traducirse necesariamente en una obligación disciplinar en la Iglesia latina, especialmente allí donde los contextos eclesiales y culturales lo hacen más difícil. No se trata de un tema nuevo, en el que haya que profundizar.
Considerar, caso por caso y contexto por contexto, la conveniencia de incluir a los presbíteros que han dejado el ministerio en un servicio pastoral que mejore su formación y experiencia.
Se anima al SECAM (Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar) a promover un discernimiento teológico y pastoral sobre el tema de la poligamia y el acompañamiento de las personas en uniones polígamas que seacercan a la fe.