Los obispos españoles iniciarán en diciembre la visita ‘ad limina apostolorum’, en la que presentarán ante el Papa la situación de cada diócesis. El proceso incluye una auditoría, en teoría de arriba abajo, en la que no se busca realizar una fotografía estática de la Iglesia local, sino que ese mapa sirva como punto de partida para optimizar la cita vaticana y revisar la herencia recibida, detenerse en las dificultades presentes y abordar oportunidades de futuro.
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Para ello, la Congregación para los Obispos remite un cuestionario integral que aborda desde las finanzas a la catequesis. Como ha podido constatar Vida Nueva, al tener acceso a algunas partes de dicha consulta, esta revela un anacronismo en fondo y forma, que evidencia una desactualización tanto en el lenguaje como en la perspectiva y los temas sobre los que se solicita un análisis, con una fijación por la ortodoxia, incidiendo en las amenazas exteriores que oprimen la labor eclesial, orillando tanto las oportunidades del contexto actual como la autocrítica.
Por ejemplo, se solicita información sobre la realidad de las “madres solteras” en la diócesis, colectivo al que se incluye como parte de los “ataques a la familia”. De la misma manera, en el apartado dedicado a la comunicación, se habla de prensa, radio y televisión, sin referencia alguna a internet, lo que delata una evidente falta de puesta al día de varias décadas.
Más allá de estos errores significativos, quienes llevan semanas trabajando en el documento lamentan la cantidad de datos solicitados, con el temor de que puedan caer en saco roto en los archivos vaticanos. Sobre todo, teniendo en cuenta que la saturación de los dicasterios romanos no parece permitir un análisis exhaustivo de los cuestionarios recibidos, dado el escaso margen entre los plazos de entrega y la inmediatez del encuentro posterior con los pastores.
Un somero vistazo a las conclusiones finales no es suficiente para contrastar, confrontar y reaccionar ante posibles lagunas, fugas o errores parciales, tal y como ha quedado de manifiesto tras algunos escándalos recientes de largo recorrido que podrían haberse detectado en estos chequeos periódicos si se renovara su metodología.
Maraña burocrática
Francisco ya introdujo cambios significativos en la dinámica de diálogo y trabajo de los prelados durante su estancia romana. Sin embargo, a la vista está que urge una revisión profunda de los cuestionarios previos, de la verificación de los informes diocesanos y del seguimiento posterior. De lo contrario, estas visitas se quedarán atrapadas en una maraña burocrática que impedirá una auténtica comunión, cualquier conversión pastoral y lograr que la misión evangelizadora de los apóstoles de hoy llegue de verdad ‘más allá de los umbrales’.
