El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha publicado la nota ‘Gestis verbisque’ que busca poner coto a la fallida creatividad de algunos sacerdotes que, bajo un pretexto de pedagogía pastoral, inventan las palabras centrales, por ejemplo, de la celebración de un bautizo. “Cambiar la forma o la materia de un sacramento es siempre un acto gravemente ilícito y merece una pena ejemplar”, alerta el documento.
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El texto aprobado en la Asamblea Plenaria del departamento vaticano, “apartándose tanto de un rígido rubricismo como de una fantasía sin reglas”, busca ajustarse a “una disciplina que debe ser respetada para ser auténticos discípulos”. En este sentido, enfatiza que la actual liturgia permite “variedad” y preserva a la Iglesia de una “rígida uniformidad”.
Visto por algunos como un golpe de mando de Roma en aras de la unidad y la comunión frente a progresías y tradicionalismos de diferente cuño, el respaldo por unanimidad en la Plenaria a ‘Gestis verbisque’ lleva consigo un aval implícito al criterio y autoridad del prefecto Víctor Manuel Fernández, el mismo que en diciembre sacó adelante la Declaración ‘Fiducia supplicans’ sobre las bendiciones a parejas irregulares.