Además de la renovación de cargos, la Asamblea Plenaria de primavera de la Conferencia Episcopal Española fue el primer momento de diálogo entre los obispos tras la cumbre que mantuvieron en noviembre con Francisco para abordar el futuro de los seminarios. Según ha podido confirmar ‘Vida Nueva’, los pastores habrían acogido “a regañadientes” las directrices de Roma para una reforma que deberán acometer en dos años.
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Reagrupación territorial
No es de extrañar que haya resistencias, ya que el plan de acción vaticano exige tanto una reagrupación territorial, con el consiguiente cierre de centros, como una profunda revisión de la formación teológica y del acompañamiento afectivo, psicológico y espiritual. Sobre todo porque, en esta última década, se han perdido no pocas oportunidades para ponerse al día en dichos ámbitos.
Y es que se ha mirado para otro lado pese a las advertencias curiales, la reestructuración de las casas de formación de la vida consagrada y las grietas que se visibilizaban en algunos presbíteros de nuevo cuño, que en estos meses se han traducido en escándalos mediáticos. Con este panorama, enrocarse o dilatar el proceso no parece que sea la estrategia más propedéutica.
