El 9 de abril, el Congreso de los Diputados dio luz verde a tramitar la Iniciativa Legislativa Popular que propone la regularización extraordinaria de más de 500.000 personas extranjeras, con 310 votos a favor y solo los 33 en contra de Vox. Esta aprobación únicamente implica iniciar el trámite parlamentario del texto, que bien podría tumbarse o sufrir modificaciones sustanciales más adelante. Sin embargo, ya es un éxito por sí mismo que una propuesta nacida de la sociedad civil haya logrado el consenso de todas las fuerzas políticas salvo la extrema derecha, obcecada en criminalizar al que viene de fuera.
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Una Iglesia abanderada
Esta iniciativa llega respaldada por 700.000 firmas, con un impulso preeminente de la Iglesia que, a través de todas sus plataformas sociales, se han convertido en abanderada para que se reconozca la plena ciudadanía de medio millón de migrantes que están aportando mucho más que mano de obra, pues están revitalizando una sociedad envejecida. Esta es “la mejor política” que Francisco propugna en ‘Fratelli tutti’ y que la Iglesia está llamada a liderar, al margen de ideologías, pero poniéndose en primera línea cuando se trata de defender el bien común y los derechos de los vulnerables.
