La Iglesia española está en el equinocio de la campaña ‘Xtantos 2018’ para animar a marcar su casilla, y la de Fines Sociales, en la declaración de la renta. La incertidumbre está marcando esta edición. No solo porque los datos del último ejercicio muestren que ha descendido el número de los que señalan tanto la X católica como la de las ONG. La crisis catalana provocó tal polarización en la opinión pública que algunas voces se erigieron como portavoces del cristianismo para pedir que los contribuyentes le negaran su apoyo, ante los gestos de una parte del clero catalán hacia el soberanismo.
No resulta fácil luchar contra quienes buscan ser prescriptores políticos y sociales lanzando mensajes propagandísticos, tan cuestionables como atractivos, ante asuntos de enorme complejidad. De ahí la relevancia de esta campaña de concienciación, que se está desarrollando bajo el lema ‘Juntos, X un mundo mejor’. Pero de vital importancia resulta cuidar y mimar qué mensajes trabaja la Iglesia el resto del año, si en los documentos, declaraciones y hechos transparenta y hace llegar ese compromiso por el bien común con el ciudadano de a pie, con cada contribuyente.