La Memoria de Actividades 2023 elaborada por la Conferencia Episcopal Española presenta en su última edición un estudio elaborado por Deloitte que desvela, entre otros datos, que cada euro que se recibe de cada uno de los contribuyentes que marca la equis de la Iglesia católica en la declaración de la renta se multiplica por cuatro en valor social. En términos absolutos, son 1.428 millones de euros que se devuelven al bien común, además de contribuir con 2.375 millones de euros al PIB, o generar 52.000 puestos de trabajo directos y más de 34.000 indirectos.
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Multiplicar en solidaridad
Estas cifras pueden llevar a equívoco y pensar que la Memoria es el balance de una empresa que busca beneficios, cuando se trata de rendir cuentas ante la sociedad y, sobre todo, de visibilizar un ejercicio de transparencia para demostrar que la Iglesia parte y reparte al servicio del bien común lo recibido en el referéndum del cepillo del IRPF. Y es que, detrás de estos datos que pueden abrumar, se esconden tanto los rostros de quienes se desgastan para que lo donado se multiplique en solidaridad, como los de aquellos que son beneficiarios de cada euro de la equis que les rescata de su exclusión.
