EDITORIAL VIDA NUEVA | Crece la expectación en los últimos días ante el ya inminente viaje –del 14 al 16 de septiembre– de Benedicto XVI al Líbano para firmar y promulgar la exhortación apostólica postsinodal para Oriente Medio.
El contagio de conflicto sirio es ya una realidad en este país, tradicional tierra de acogida para las minorías religiosas de la región, y por eso mismo, también martirizado por crueles guerras a lo largo de su historia.
Pese a la creciente inseguridad, el Vaticano ha reafirmado su intención de cumplir el programa del que será el 24º viaje apostólico internacional de Joseph Ratzinger en sus siete años de pontificado, en un empeño que recuerda al que puso su antecesor, Juan Pablo II, durante décadas, hasta conseguir poder besar la tierra del país de los cedros y llevarle un mensaje de paz, convivencia entre las religiones y tolerancia. El mismo que saldrá de los labios de este Papa.
En el nº 2.813 de Vida Nueva. Del 1 al 7 de septiembre de 2012
