Las fundaciones Elikel, Teresiana y Educativa Jesuitinas han cerrado un acuerdo para integrar sus tres centros educativos de San Sebastián. Se trata de la primera vez que una diócesis y dos congregaciones religiosas suman esfuerzos para conformar un proyecto escolar que trascienda las limitaciones del panorama eclesial actual, para contemplarlo como un oportunidad real para responder en comunión a las necesidades del contexto social en el que se desenvuelven estas obras apostólicas.
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Enriquecer
La presencia educativa de la Iglesia en España atraviesa un complejo proceso de reestructuración, donde no pocos colegios se aglutinan en fundaciones para salvar la falta de vocaciones con el fin de mantener su identidad y sobrevivir. En algunos casos, no ha quedado más remedio que echar el cierre por falta de viabilidad, mientras que otros se venden al mejor postor a contrarreloj con no pocas sombras por parte de quienes toman las riendas, incluso cuando se revisten de un paraguas católico.
En este maremágnum, la apuesta donostiarra habla de que es posible, y hasta necesario, sumar carismas para multiplicar y enriquecer la misión evangelizadora a través de las aulas en el mundo de hoy.