Iglesia y realpolitik, un giro

Iglesia y realpolitik, un giro

Zapatero Y El Papa(Juan Rubio)

Mientras que en la Secretaría General de Asuntos Religiosos se cocina el proyecto de reforma de Ley de Libertad Religiosa, la realpolitik va por otros derroteros. Su responsable, José María Contreras, un técnico más que político, matiza y ajusta, pero serán los políticos quienes marquen calendario. ¡Oh, el tiempo de los políticos! La realpolitik se impone y desbarata el calendario electoral. Hubo un alcalde en la Transición dispuesto a convertir el templo parroquial de su pueblo en salón multiconfesional: “Hay que cerrar la iglesia, pero a la patrona me la llevo yo al Ayuntamiento porque es patrimonio del pueblo”. Así son las cosas cuando se enciende una vela a Dios y otra al diablo. La ley saldrá, pero edulcorada. Será la “Ley de los símbolos” porque no rebasará el marco de los Acuerdos Iglesia-Estado. De nuevo El Gatopardo de Lampedusa: “Que todo cambie para que todo se mantenga igual”. Para ese viaje, ¿hacían falta alforjas? Se impone la realpolitik que acuñó Otto Von Bismarck y que llevará a Zapatero, en breve, alforjas llenas, a hacer un gesto en este sentido.

Mientras tanto, coincidiendo con la Declaración de la Renta, Europa Laica hace su campaña: “En el IRPF, ninguna cruz”. La Iglesia hace su campaña con datos en la mano. Cáritas informaba la semana pasada que los usuarios de sus programas de empleo aumentaron un 28% respecto al año pasado y un 42% en los dos últimos años, habiendo atendido a 95.694 personas. Lo decía su Secretario General, Sebastián Mora. Y eso sólo en lo que se refiere al programa de empleo. Las ayudas diarias para paliar la crisis son abundantes. Cáritas es una de las instituciones más valoradas por los españoles. Miren un ejemplo. En Andalucía, la Consejería de Asuntos Sociales globaliza las ayudas y busca hacer un convenio con los obispos para entregarla a Cáritas. Se fían de ellos. Aunque la cosa podría cambiar por recelos extraños de recién llegados. Realpolitik.

También crece el número de alumnos que piden clases de Religión. En el curso 2009-2010, la enseñanza religiosa ha sido, una vez más, la opción mayoritaria, escogida voluntariamente por tres de cada cuatro alumnos. En la actualidad cursa la asignatura un 72,1% del alumnado, pese a las graves dificultades y obstáculos jurídicos, académicos y sociales. Los padres confían en esta enseñanza y la piden. En algunas comunidades se están dando cuenta. En otras, no. Realpolitik.

La misma que hace que algunos personajes de los que quieren una España más laica por decreto busquen sitio de honor en Galicia o Barcelona para la visita del Papa en noviembre. Hay quienes en estos días no escatiman presencia en procesiones y romerías, haciendo a cristos y vírgenes alcaldes honorarios. En Madrid se disputa quién apoya más a la Iglesia, si Alberto Ruiz Gallardón o si Esperanza Aguirre. En Euskadi, algunos del PNV han querido nombrar obispos. En Extremadura es la Junta quien pide la anexión de Guadalupe y en La Mancha no hay misa sin alcalde.

Es la realpolitik la que convocó en Córdoba un congreso sobre La libertad religiosa en las sociedades democráticas. Una oportunidad para eliminar dogmatismos y sincretismos, los dos peligros del diálogo interreligioso . No se puede dar gato por liebre.

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Juan Manuel de Prada

Poco tiempo le queda a Juan Manuel de Prada, metido a gacetillero, para acabar la obra de teatro en la que hace tiempo trabaja. Prefiere gastarlo dando mandobles injustos y cicateros a la Escuela Católica, responsabilizándola del mal de España. Poco preocupa lo que diga este Chesterton redivivo. Preocupa más quién le dicta al oído después de aquel almuerzo que tuvo con la derecha eclesial en el que se le dio patente de corso consagrándolo como “escritor católico”. Peligraba su columna en ABC, tras el apoyo a Zarzalejos y su inquina contra la COPE. L´Osservatore, que lo acogió, no debe albergar a quien tan cínicamente ensucia la labor de los docentes católicos. Lo malo de los conversos llega cuando el aire se da la vuelta.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

En el nº 2.706 de Vida Nueva.

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