La Revuelta de Mujeres en la Iglesia caminará el 5 de marzo “por la igualdad y la dignidad”

“Hay que desterrar el clericalismo para lograr una Iglesia menos jerárquica y más circular, verdadera comunidad de iguales, al servicio de las personas empobrecidas y excluidas”, afirman

La Revuelta de Mujeres en la Iglesia caminará el 5 de marzo “por la igualdad y la dignidad”

El próximo domingo 5 de marzo, a las 12:00 horas, la Revuelta de Mujeres en la Iglesia de Madrid, bajo el lema ‘Caminamos juntas por la igualdad y la dignidad en la Iglesia’, se concentrará una vez más frente a la Catedral de la Almudena para seguir reivindicando estos derechos que la jerarquía niega a las mujeres católicas en el ya avanzado siglo XXI y presentarán sus propuestas para la consecución de una Iglesia circular donde caben todos y todas.



Esta convocatoria de actos públicos reivindicativos de la Revuelta de Mujeres en la Iglesia se llevará a cabo en otras 17 ciudades españolas más: Barcelona, Bilbao, Burgos, Ciutadella, Córdoba, Granada, Huelva, Las Palmas, Logroño, Oviedo, Santander, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Vigo, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza.

Desde San Carlos Borromeo al Vaticano

La Revuelta de Mujeres en la Iglesia, una referencia indiscutible en el espacio social cuando se habla de Iglesia por la equidad y la dignidad de las mujeres, ha proyectado su voz reivindicativa durante este año en varios y diversos ámbitos. “La Iglesia se está perdiendo la reflexión, la decisión y las intuiciones del 50% de su población”. Partiendo de esta premisa, la Revuelta, a través de su grupo sinodal ha participado muy activamente en ese caminar juntos que está siendo el Sínodo de la Sinodalidad, o como les gusta denominarlo, el Sínodo del Pueblo de Dios, convocado por Francisco en 2021 y que concluirá este año.

“Somos sujetos activos en la Iglesia, que queremos que se ensanche nuestro espacio y corresponsabilidad”, señalan las mujeres participantes. “Hemos pedido nuestra plena igualdad, dignidad e integración en todos los estamentos y responsabilidades de la Iglesia, y que como bautizadas asumimos el compromiso que la misión evangelizadora de la Iglesia nos pide”.

Además, en el ámbito internacional la Revuelta de la Mujeres en la Iglesia ha sido una de las sesenta organizaciones que forman el Consejo de Mujeres Católicas (CWC), red global de asociaciones de mujeres católicas que trabaja por el pleno reconocimiento de la dignidad y la igualdad en la Iglesia. Durante todo el año y en paralelo al Sínodo de la Sinodalidad, miles de voces y experiencias de mujeres venidas desde todos los rincones del mundo, han reflexionado y afirmado que “la verdadera libertad cristiana, basada como está en la verdad, no significa permanecer apegado a tradiciones hechas por el hombre, estructuras culturales y doctrinas que pertenecen a edades pasadas. Significa ser libres para vivir vidas autodeterminadas en compañía de Jesús y de todos nuestros hermanos”. El 4 de octubre, una delegación internacional de CWC, entre los que se encontraba la Revuelta, entregaron en el Vaticano el documento de las conclusiones del Sínodo de las Mujeres a Nathalie Becquart, subsecretaria para el Sínodo de la sinodalidad.

Y desde el Vaticano a San Carlos Borromeo, la Revuelta se ha hecho presente en todos los ámbitos sociales. Los objetivos, favorecer el empoderamiento y la formación de las mujeres, así como crear redes de diálogo y apoyo mutuo. Y, como “proclamar nuestra fe católica como mujeres de manera integral es a menudo un acto de resistencia”, la Revuelta ha creado el Taller de Teología Feminista en San Carlos Borromeo, un espacio de reflexión colectiva y aprendizaje mutuo sobre Teología Feminista para principiantes con una acogida extraordinaria.

En este mismo sentido viene realizándose también, desde hace siete años, el Seminario de Mujeres en Diálogo, un ámbito de reflexión, saberes y experiencias compartidos que aborda temáticas relacionadas con el diálogo fe-cultura desde la perspectiva de las mujeres.

Mujeres víctimas de abusos: justicia y reparación

Ante el dolor y la vergüenza de los abusos cometidos por miembros de la Iglesia a mujeres, niños y personas vulnerables, otro de los logros de la Revuelta ha sido defender, visibilizar y dar voz a las mujeres abusadas, a las víctimas y a las supervivientes. Y lo hace comprometiéndose, a través del grupo “Justicia y reparación con las mujeres víctimas de abusos” a buscar espacios seguros en la Iglesia para la prevención y la acogida. Este grupo, entregó el pasado 25 de abril en la sede de la CEE, una Carta Abierta sobre los abusos sexuales a menores y personas vulnerables en la Iglesia. Esta misiva dirigida a los obispos exige que la Iglesia ponga a las víctimas en el centro y exprese su voluntad inequívoca de verdad, justicia y reparación para ellas.

Asimismo, sobre este tema la Revuelta ha generado una serie de conversatorios entre mujeres –abiertos también a varones– con prestigiosas expertas como Paula Merelo, Olga Belmonte y Rosaura González. Estos espacios han conseguido “generar conciencia sobre la necesidad de construir y exigir relaciones sanas, horizontales y simétricas en nuestras comunidades y ámbitos eclesiales y la erradicación de la asimetría y el clericalismo”.

Otra Iglesia es más que posible

Otra de las líneas que marcan el pensamiento trasversal de la Revuelta es el convencimiento de que “la propuesta de Jesús fue inclusiva, “rompedora”, del lado de los más vulnerables, y que eso, con el tiempo, se fue “distorsionando”. Esta “distorsión” en el ámbito de la discriminación de la mujer en las iglesias diocesanas ha llevado también a la Revuelta a crear un Documento de Buenas Prácticas que ya se ha presentado a la CONFER y en breves fechas a todos los obispados y a la CEE.

El documento pretende presentar propuestas concretas para “desterrar el clericalismo, para lograr una Iglesia menos jerárquica y más circular, verdadera comunidad de iguales, al servicio de las personas empobrecidas y excluidas”. Así, entre las catorce propuestas que incluye el escrito destaca la necesidad de incorporar mujeres en todas las comisiones y reuniones de vicarías y arciprestazgos de todas las diócesis, así como la de impulsar la participación paritaria de las mujeres en los consejos de pastoral y económicos de las parroquias.

Además, las mujeres de la Revuelta proponen que se fomente el uso del lenguaje inclusivo y la simbología femenina en la liturgia, en las acciones pastorales y en los documentos eclesiales y materiales catequéticos. “Favorecer la cultura del cuidado y buen trato, y las relaciones horizontales en parroquias, colegios, entidades de voluntariado y en todos los ámbitos pastorales es fundamental para la prevención de abusos de conciencia, de poder y sexuales dentro de la Iglesia”, recalcan las mujeres que han elaborado el documento.

El libro del pasado, presente y sus anhelos para el futuro de las mujeres

2022 ha sido un año fructífero para la Revuelta. Otro de sus logros ha sido el alumbramiento de su libro “La Revuelta de las Mujeres en la Iglesia. Alzamos la voz”. Un trabajo colectivo de siete mujeres procedentes de las Revueltas de Barcelona, Madrid, Santiago de Compostela, Sevilla y Zaragoza y que ha contado también con la colaboración de otras mujeres de América Latina, Asia y Europa. Editado por La Imprenta, supone una ventana abierta para toda persona que desee asomarse a esta realidad y que se quiera adentrar “en un camino indispensable, ineludible e imparable porque la situación de las mujeres en la Iglesia es una vulneración de derechos y su restitución una cuestión de justicia”.

Todos estos pasos y las pequeñas acciones cotidianas de visibilización y sensibilización hacen posible “sentir que otra Iglesia es posible y está naciendo”. Un motivo para seguir luchando en este nuevo mes de marzo, dedicado a la lucha de las mujeres por la igualdad y la justicia.

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