Una obra coordinada por Jerónimo García Ugarte y César García-Rincón (Desclée De Brouwer). La recensión es de Mª Victoria Morán Ruiz
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Título: Cinco llaves para educar en el siglo XXI
Coordinadores: Jerónimo García Ugarte y César García-Rincón
Editorial: Desclée De Brouwer
Ciudad: Bilbao, 2015
Páginas: 192
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Mª VICTORIA MORÁN RUIZ | Etimológicamente, la palabra llave procede de clave. No es difícil imaginar, junto al título de este libro, una llave maestra con la que abrir todas las puertas de un colegio para evitar esos manojos interminables… y encontrar con esta llave las claves para manejarse con facilidad en el mundo educativo. Sus autores nos ofrecen cinco: aprendizaje, corazón, talento, diálogo y solidaridad.
Todos proponen el mismo esquema para abrir la cerradura:
- Frase para comenzar el tema, que da lugar a la reflexión sobre la importancia de cada clave.
- Infografía (dibujo a modo de mapa mental del tema), que sirve de apoyo e hilo conductor.
- Recursos, metodologías, herramientas pedagógicas desde la experiencia profesional de cada uno.
- Ejemplos de la puesta en marcha de experiencias de éxito, a través del testimonio de alumnos, padres, profesores, proyectos educativos… que ofrecen pistas concretas.
Con la llave del aprendizaje, Carmen Pellicer y Teresa Puchades nos recuerdan varios retos: aprender a aprender, desaprender para aprender a enseñar, la importancia capital de la motivación y los desafíos de la innovación en el aprendizaje. Abordan también diferentes estilos de aprendizaje.
Inteligencia emocional
Iñaki Lascaray se centra en la llave del corazón, en los cuatro campos de la inteligencia emocional –autoconciencia, autogestión, conciencia social y gestión de relaciones– y en las competencias emocionales que surgen de ellos, a partir de los niveles de nuestro sistema emocional, proporcionando ejercicios prácticos para las distintas etapas educativas.
María Batet aborda la llave del talento desde las herramientas para forjarlo hoy y los pilares del talento emprendedor –persona, idea y proyecto–, así como las habilidades para entrenarlo –personales, creativas y desarrolladoras de proyectos– y un programa para ponerlo en práctica.
Jerónimo García presenta la llave del diálogo desde la autenticidad, el respeto, la crítica constructiva y la apertura al cambio, así como los muros que es preciso derribar para llevarlo a cabo en la escuela y para que esta trabaje en red, mediante un plan estratégico, con priorización de acciones.
César García-Rincón parte de la convicción de que una nueva sociedad se construye en las aulas, por ser la primera experiencia institucional de los niños. Así, propone la llave de la solidaridad –él la llama “identidad cosmopolita global”– como esencial para desarrollar muchas de las competencias educativas; a través de un itinerario que implica educar la mirada, las emociones, la relación, las habilidades y la comunicación. Todo ello permite a los alumnos sacar lo mejor de sí mismos.
Una obra de equipo muy interesante para centrarnos en las dimensiones fundamentales de la educación hoy.
En el nº 2.958 de Vida Nueva
