Esta obra pretende abrir una puerta que nos descubra el camino hacia una verdadera intimidad con Dios, la misma que tenían Adán y Eva en los primeros días de la creación. Esa vía hacia la intimidad con Dios no la recorremos solos, sino de la mano de Cristo Jesús, que en total obediencia y humildad recorrió ese mismo camino, pero a la inversa, en descenso, para que nosotros podamos transitarlo siguiendo sus pasos.