Un libro de Manuel González Muñana (Monte Carmelo, 2008). La recensión es de Pedro Langa
Ecumenismo. Movimiento sin posible marcha atrás. Pasado, presente y futuro
Autor: Manuel González Muñana
Editorial: Monte Carmelo
Ciudad: Burgos
Páginas: 228
(Pedro Langa) Libro apadrinado por el actual obispo auxiliar de Bilbao, monseñor Mario Iceta, “hasta hace poco tiempo hermano de tareas pastorales en el presbiterio de Córdoba”, que antepone un breve prólogo, y por monseñor Juan Fernando Usma Gómez, oficial del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, encargado de la presentación, bien pensada y con evidentes muestras de haberse leído quien la firma estas páginas. El autor ha tenido la buena ocurrencia de incluir en la dedicatoria a dos maestros, pioneros del ecumenismo en España, monseñor Julián García Hernando y don José Sánchez Vaquero, uno y otro, en realidad, presentes a menudo al pie de página.
Su vocación le viene de cuando los estudios universitarios en Salamanca y de su ministerio pastoral en Córdoba, rico por diversos conceptos y generoso en horas y entrega como delegado diocesano de Relaciones interconfesionales desde 1968, aparte, claro es, la docencia de esta disciplina desde muchos años atrás en el Seminario diocesano de aquella ciudad andaluza, en el Instituto de Ciencias Religiosas
Beata Victoria Díez’, de allí mismo, y en los centros ecuménicos de Córdoba, que le debe su fundación, y de Madrid, así como sus ponencias en semanas y congresos y su expedita pluma en publicaciones varias, donde destaca su trilogía Hacia la pascua de la unidad. Manual de Ecumenismo, Dogmas marianos y ecumenismo, y Ecumenismo y nuevos movimientos eclesiales.
Puede que el título de la presente obra haya resultado excesivamente pretencioso, dadas la materia expuesta y su reducida extensión, por apremios editoriales, supongo. Asimismo, intuyo que se ha ceñido mayormente a España. Ello, sin embargo, no quita para significar que pasado, presente y futuro es mucho escribir en una materia tan abarcadora y exigente, porque implica nada menos que entrar en la historia del ecumenismo, que de suyo es inmensa incluso reducida al que arranca de Edimburgo en 1910.
Manejable y útil
El de Manuel González Muñana es libro de agradable lectura y limpia claridad por lo que dice y cómo lo dice, resulta manejable y ha de ser útil en profesores y estudiosos que intenten cobrarle gusto a la tarea. Sus cinco -¿seis?- capítulos reflejan desde sus titulares la intención al ser redactados: 1. A velas desplegadas con dificultades: 1964-1984; 2. Adelante en aguas revueltas: 1985-2005; 3. Situación ecuménica actual: 2005-2008; 4. Hacia el futuro; y 5. María, camino de unidad. La Introducción: 1910-1963 (pp. 21-28) podría entenderse como un capítulo más y hubiera sido preferible significarlo así, puesto que su contenido no es sino la pura y laudable historia del ecumenismo que fue abriéndose paso desde 1910 hasta 1963. Así entendida, pues, se me antoja lo más denso y a la vez comprimido de la obra que ahora ve la luz.
Prologuista y presentador, por otra parte, coinciden en ponderar la inclusión del capítulo 5, a pesar de los difícilísimos aspectos que su contenido supone. En realidad, sin embargo, haberlo incluido parece comprensible, y hasta lógico incluso, teniendo en cuenta uno de los títulos de la trilogía ecuménica antes citada, y también, por supuesto, el hecho de que el autor lleve de párroco muchos años en la Parroquia de la Inmaculada, una de las más prestigiosas de Córdoba.
A la vista de las publicaciones en su haber, cabría decir de don Manuel, remedando al Obispo del sagrario abandonado cuando escribió de joven sacerdote su librito Lo que puede un cura de hoy, algo similar aquí, pero aplicado a la causa ecuménica, algo que podría sonar más o menos del siguiente modo: Lo que puede hoy hacer un delegado de Ecumenismo. Bastaría esta obra para responder. Su tarea pastoral, sobremanera la de su pluma en pro de la unidad, además de enriquecer su ministerio con apertura de horizontes y largueza de miras, resulta, por lo que lleva escrito, ciertamente admirable y digna de gratitud.
En el nº 2.644 de Vida Nueva.