Un libro de Roser Batlle (PPC, 2014). La recensión es de Rafael Aguirre
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Título: El aprendizaje-servicio en España. El contagio de una revolución pedagógica necesaria
Autor: Roser Batlle
Editorial: PPC, 2014
Ciudad: Madrid
Páginas: 184
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JUAN FCO. SAMPEDRO DE LA TORRE | Marta está en 3º de ESO. Toda su clase se ha implicado en desarrollar una campaña de donación de sangre en el barrio. Dos asignaturas, Ciencias Naturales y Educación para la Ciudadanía, comparten este proyecto. Al igual que la clase de Marta, muchas escuelas se suman cada año a proyectos de esta índole en los que se une el aprendizaje con el servicio a la comunidad.
Los reinantes aires innovadores de la escuela española transcurren, entre otras, en líneas de aprendizaje cooperativo, inteligencias múltiples, uso de nuevas tecnologías, trabajo en programación neurolingüística o la propuesta de la presente obra, el aprendizaje-servicio.
El actual contexto socioeducativo se caracteriza no pocas veces por un individualismo peligroso que hace olvidar la imprescindible vinculación social de nuestras vidas. Esta situación ha despertado una preocupación por restaurar el compromiso social, fomentar la inteligencia comunitaria, la educación cívica y el aprendizaje de la convivencia.
Desde una entusiasta experiencia en educación en valores, Roser Batlle nos presenta el aprendizaje-servicio, un método que consiste en aprender y enseñar a través de hacer un servicio, una propuesta de educación ética a través de la acción en la que se une el aprendizaje con el compromiso social.
Necesidades reales
El aprendizaje-servicio es una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado, en el cual los participantes se forman al implicarse en necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo.
Frente a una escuela centrada exclusivamente en los contenidos conceptuales, la presente propuesta engloba la educación emocional, la educación en valores y el desarrollo de las fortalezas humanas. Pero dichas fortalezas solo se adquieren mediante la acción; por ello, el aprendizaje-servicio juega un papel central, pues busca que nuestros alumnos aprendan los valores éticos ejercitándolos.
La experiencia lleva décadas practicándose en los cinco continentes, con proyectos que no solo están colaborando a la educación total del niño y a la formación de su personalidad, sino que, además, mejoran sus resultados académicos. Y es que, fomentando la responsabilidad, la comprensión de la realidad, la perseverancia, la generosidad y el respeto a los valores, se ayuda a la madurez de los alumnos, y esta, a su vez, determina su modo de enfocar las tareas académicas.
La actual obra no es una investigación erudita ni un libro de corte académico, sino el relato de lo que se ha vivido y reflexionado en los últimos años tanto en España como en otros países en aprendizaje-servicio con resultados bastante positivos y esperanzadores, que animan al contagio, a la necesaria revolución pedagógica que tanto bueno aportaría a nuestra escuela y a nuestra sociedad.
En el nº 2.926 de Vida Nueva