EL LIBRO DEL MES: 'Amor saca amor'

Una obra de Ángel Moreno, de Buenafuente, editada por Narcea

Amor saca amor, libro de Ángel Moreno, de Buenafuente, publicado por Narcea

FERNANDO CORDERO, SS.CC. | Ángel Moreno Sancho, sacerdote y maestro espiritual, vive al ritmo de la liturgia del Monasterio de la Madre de Dios de Buenafuente del Sistal y de los pueblos donde es párroco en la Guadalajara del Alto Tajo. Las esperanzas y retos de las personas de nuestro tiempo, así como lo que la Iglesia propone, se dan cita en este volumen que parte del conocido aforismo de santa Teresa de Jesús “amor saca amor”.

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Se nota que Ángel ha rezado previamente con los textos de la Santa y, sobre todo, que ha experimentado el amor de Dios. Un amor al que apela con el número siete del subtítulo, para intentar acogerlo, si ello fuera posible, de manera holística.

El autor parte de la experiencia de la persona concreta, que puede interpretar los acontecimientos de manera natural e iluminarlos desde la fe, con la profunda convicción de que cada ser es reflejo del amor divino, a través de un septenario de potenciales situaciones límite: debilidad, soledad, enfermedad, circunstancias adversas, decaimiento, tentación, pecado y travesía de la noche.

Si nos imbuimos de la orientación de estas páginas, ante dichos límites, “en vez de dejarse llevar y vencer por los impulsos de los instintos egoístas, y justificarse en que es algo natural, se leen los acontecimientos de manera trascendente, y se interpreta la historia desde la relación teologal” (p. 46).

Y para sacar amor, nada como la relación única de la Trinidad, reconociendo que no es fácil comprender lo que significa este amor si no es desde la contemplación del Hijo amado, a través de la Iglesia, donde nos convertimos en testigos y altavoces de la alegría del Evangelio. Con dominio de los textos bíblicos, el padre Ángel nos regala metáforas como las del “manto” en varios personajes de la Biblia, para conducirnos al único del que merece la pena revestirse: Jesucristo.

Las 14 meditaciones de que consta el volumen parten de un par de textos iluminadores, uno correspondiente al NT y el otro al Libro de la Vida. A continuación, prosiguen la introducción, el desarrollo posterior y unas cuestiones de utilidad para la revisión personal. Y también, de cuando en cuando, una de esas contemplaciones que a Ángel le brotan espontáneamente, como emana el agua en el silencio de la fuente de su amada iglesia del monasterio, en sus muchas horas de oración delante del sagrario. Así reza: “¡Ven, Espíritu Santo! Mueve mi corazón hacia el bien, la generosidad, el amor de caridad desinteresado” (p. 138).

Si tuviera que quedarme solo con un par de capítulos del libro, elegiría “Amigos de Jesús” y “Respuestas de amor”. El primero, porque anima a vivir con una preciosa selección de textos la amistad espiritual. Y esto es muy estimulante para los testigos, dones para la Iglesia peregrina, como bien advertiría la santa doctora: “Querríalas mucho avisar que miren no escondan el talento, pues que parece las quiere Dios escoger para provecho de otras muchas, en especial en estos tiempos que son menester amigos fuertes de Dios para sustentar los flacos” (p. 87).

El segundo porque sencillamente es un regalo que señale a María como profundamente amada por Dios. Habla de la Virgen como “la llenada de gracia”. Me parece un término fontal de la finura espiritual de Moreno de Buenafuente, quien despliega algunas actitudes marianas como respuesta agradecida y fiel.

Sin duda, el capellán del Sistal pretende un itinerario que lanza a salir de nosotros mismos, aun dentro de nosotros. Solo seremos Iglesia “en salida”, como gusta decir al papa Francisco, si nuestro interior está bien ordenado y arraigado “con quien sabemos nos ama”, como gustaba decir a la Santa de Ávila.