EL LIBRO DEL MES: 'Creo en la Iglesia'

Nueva obra de Juan Martín Velasco, en PPC

Creo en la Iglesia, libro de Juan Martín Velasco, PPC

VICENTE VIDE RODRÍGUEZ | Decía el cardenal alemán Walter Kasper que el tema de la eclesialidad de la fe evoca con frecuencia el paternalismo dogmático y los procedimientos disciplinarios en materia doctrinal. Y, sin embargo, añadía Kasper que un cristianismo sin Iglesia sería una utopía y una perspectiva de exaltados. Esto mismo es, en síntesis, lo que nos ofrece, con su maestría habitual, Juan Martín Velasco. Estamos ante una fenomenología de la fe eclesial, en la que el contrastado autor expone los fundamentos para creer en la Iglesia o para creer en Dios eclesialmente.

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Hoy nos encontramos con quienes “creen sin pertenecer” (Grace Davie) y con aquellos que “pertenecen sin creer” (ya que en muchas comunidades eclesiales y parroquias hay personas que están en círculos eclesiales, en locales o en organizaciones católicas sin una fe confesante ni militante). Se echa de menos en este libro un mayor desarrollo de ese “pertenecer sin creer”, que también se da en la Iglesia actual. Ello se debe, entre otros factores, a la crisis de la civilización parroquial y a la creciente individualización del creer.

Estas páginas nos ayudan a integrar con éxito los tres ámbitos propios de la vida cristiana: la fe cristiana, la proclamación eclesial y la cultura cotidiana, tal y como señala Salvador Pié i Ninot en su Eclesiología.

Tres grandes temas

La obra constituye una recopilación de diversos escritos del autor, bien estructurados, aunque no siempre se percibe la conexión entre ellos. Hay tres grandes temas o partes en el libro: la pertenencia eclesial, la presencia de la Iglesia en el mundo y la recepción del Concilio Vaticano II.

En los dos primeros capítulos Martín Velasco nos advierte de las interpretaciones inadecuadas de la eclesialidad, punto este que nos recuerda sus páginas dedicadas a las hierofanías: la privatización de la fe, la eclesiastización del cristianismo –que el papa Francisco denomina “autorreferencialidad”–, el confundir el sentido de pertenencia con la docilidad ciega a la jerarquía o con ese espíritu de cuerpo que caracteriza a tantos “eclesiásticos”, o identificando comunión eclesial con uniformidad.

El autor nos propone ese difícil pero necesario equilibrio entre el lado místico de la pertenencia y su dimensión institucional. Y propone una presencia significativa de la Iglesia en el mundo actual desde cuatro actitudes en línea con Francisco: la solidaridad hacia toda la familia humana, el servicio como estilo y contenido esencial, el diálogo sobre todos los problemas y la colaboración para instituir la fraternidad universal.

Fidelidad al Vaticano II

Los capítulos 6, 7 y 8 se dedican a la recepción posconciliar. La fidelidad al Concilio Vaticano II no consiste en repetir literalmente sus textos ni en pretender aplicar sus decisiones tal y como suenan, sino en tener la valentía para proponer respuestas arriesgadas actualmente en la doble fidelidad al Espíritu Santo y a las necesidades de las personas.

Resulta de gran interés la presentación que ofrece del posconcilio en España, viniendo de Martín Velasco, quien lo conoció y vivió en primera persona, aportando datos de esta época, en relación con la crisis religiosa, con los militantes y cristianos de base quemados con la institución y con el golpe de timón pastoral involucionista. Termina el libro acogiendo la intención del papa Francisco, una sorpresa y una esperanza: una Iglesia prójima, animada por la misericordia de Cristo.

Con esta obra, Martín Velasco nos ofrece claves para que nuestra Iglesia sea creíble y habitable, ofreciendo una espiritualidad humanizadora frente al materialismo consumista e insolidario, una espiritualidad vigilante ante las idolatrías deshumanizadoras y aportando la fe en una trascendencia personal, que anuncie en el areópago de la ciudad secular al Dios de Jesucristo, “Camino, Verdad y Vida”.