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El poder de la empatía


Un libro de Mireille Bourret (Sal Terrae, 2011). La recensión es de José Manuel Lozano-Gotor.

El Poder De La Empat%C3%ADa

El poder de la empatía. Una solución para los problemas de relación

Autora: Mireille Bourret

Editorial: Sal Terrae

Ciudad: Santander

Páginas: 141

JOSÉ MANUEL LOZANO-GOTOR | Ponerse en el lugar del otro, comprender sus sentimientos y reacciones sin juzgarlo, anticipar sus deseos y expectativas resulta, como bien sabemos, harto difícil. Pero justo eso es la empatía: una habilidad fundamental de toda personalidad madura y una suerte de radar social para navegar sin sobresaltos por el proceloso mar de nuestras relaciones. Este ameno libro de la socióloga canadiense Mireille Bourret, salpicado de ilustrativas historias reales, nos brinda una básica aproximación a ese benéfico poder de la empatía.

La primera parte busca responder ante todo a dos preguntas: qué es la empatía y para qué sirve. En lo que atañe a la primera, Bourret pone el acento en la comprensión del otro, pues considera que la empatía no implica identificación emotiva con él. La empatía, a diferencia de la simpatía o la compasión, es previa a las emociones. Lo que prima en la empatía es el conocimiento del otro y la interpretación de sus estados anímicos, a fin de saber cómo reaccionar ante él. De ahí la importancia de la empatía para la comunicación y la resolución de conflictos interpersonales.

Pero también para abordar los propios conflictos internos: la empatía nos hace distanciarnos de nuestras percepciones y mirar la realidad –la propia y la ajena– desde un punto de vista diferente, abriéndonos con ello a nuevas posibilidades de actuación. Unos apuntes sobre la base neurobiológica y la relevancia psicoterapéutica de la empatía, así como un repaso a las diversas variables (p. ej., el tipo de inteligencia) que determinan la capacidad empática de cada cual, completan estas páginas iniciales.

La segunda parte, eminentemente práctica, pretende ayudarnos a identificar los obstáculos con los que tropieza el desarrollo de la empatía y ofrece, asimismo, pistas para sortearlos. Cada capítulo contiene una descripción de conductas inadecuadas que a todos nos resultan familiares, un test de autoconocimiento y una serie de sugerencias para trabajar en uno mismo. Los seis capítulos de esta parte plantean exhortaciones referidas bien a aspectos de nuestra cultura (p. ej., apagar el móvil), bien a tendencias inherentes a la condición humana (p. ej., escuchar y callar, no juzgar ni catalogar).

En conjunto, pues, unas sencillas pero útiles pautas para empezar a perfeccionar nuestra capacidad de “leer” emocionalmente a las personas, ese arte tan complejo que muy pocos llegan a dominar con maestría.

En el nº 2.773 de Vida Nueva.

Actualizado
21/10/2011 | 08:25
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