Una obra de Edgardo Riveros (Desclée De Brouwer) La recensión es de Mª Victoria Morán Ruiz
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Título: Focusing desde el corazón y hacia el corazón
Autor: Edgardo Riveros
Editorial: Desclée De Brouwer
Ciudad: Bilbao, 2015
Páginas: 160
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Mª VICTORIA MORÁN RUIZ | Hace unos años, focusing nos podría parecer un anglicismo más, pero, desde que la psicología lo introdujo en España, ya empezó a resultarnos un término más familiar. Este libro tiene la pretensión de acercar a todos los públicos esta herramienta para conectar con el mundo interior, atender a lo que sucede y hacer un viaje consciente que pueda desbloquear obstáculos.
Edgardo Riveros utiliza un lenguaje claro y cargado de imágenes cercanas a la vida cotidiana, y muy práctico, pues cada explicación teórica viene acompañada de ejercicios para realizar personalmente o con un acompañante.
Se centra en la sensación sentida como una brújula que permite mirar dentro del interior de uno mismo y ver el significado corporal y auténtico de cualquier suceso. El autor la define como “una organización interna de sentimientos, emociones y significados que está relacionada con personas o situaciones concretas conocidas y vividas por nuestra persona”.
Para llegar a ella, nos introduce en lo que Gendlin y los especialistas llaman despeje de espacio, a partir de la empatía, la conexión corporal y el encuentro interno, que permiten cruzar la contaminación racional y todo tipo de críticos internos y externos. Así se puede llegar a cambiar la relación emocional que tenemos con personas o situaciones.
Aunque parezca paradójico, solo atendiendo –conectando, escuchando y comprendiendo– lo que nos preocupa o nos hace sentir mal podemos avanzar en su resolución. Como afirmaba Jung, “a lo que te resistes, persiste”. Las cosas no se olvidan porque no se les preste atención; al contrario, quedan en el inconsciente y surgen inesperadamente.
Riveros abre una nueva posibilidad para los padres en la educación de sus hijos, dado que no todo depende de sus habilidades, sino que, desde la escucha empática y los límites a su conducta, pueden llegar a una comunicación que les conecte más profundamente, que siembre un afecto incondicional independientemente de los defectos y que robustezca la autoestima a través de la empatía y la asertividad. Y propone ejemplos concretos para ilustrarlo.
El autodescubrimiento
También aborda el desafío del auto-descubrirse para los jóvenes, mediante la comunicación y el encuentro auténtico para contactar con su ser más íntimo, y de acompañarlos por parte de los adultos, desde el proceder coherente y la resonancia empática y no desde las soluciones ni los consejos.
El autor expone, además, la forma de acompañar la tristeza por la pérdida, la culpa y la vergüenza y hace propuestas para la educación, conectando sentimientos y contenido, evitando la guerra de interpretaciones y recuperando la dimensión experiencial.
Por último, ofrece pautas para la vida cotidiana, para vivir con un sentido personal: comenzar el día conectándose con uno mismo, sentir el mundo interno desde adentro, despejar un espacio antes de tomar una decisión, tratar un asunto delicado o aclarar un estado de confusión.
En conclusión, todo un estilo de vida alternativo para nuestra época.
En el nº 2.967 de Vida Nueva
