Una obra de Jaume Pujol i Bardolet (San Pablo, 2008), recensionada por Alejandro Fernández Barrajón.
Hacia el futuro de la vida consagrada. “Vino nuevo en odres nuevos”
Autor: Jaume Pujol i Bardolet
Editorial: San Pablo
Ciudad: Madrid
Páginas: 256
(Alejandro Fernández Barrajón) Parece que existe un consenso sobre la vida consagrada: está viviendo un profundo cambio, de acelerada transición, que nos mantiene a la expectativa. Así lo afirma Jaume Pujol, convencido de que debemos canalizar nuestra energía en lugar de remar contra corriente y resistirnos a la novedad. En 14 capítulos recorre los temas capitales de la vida consagrada y sus grandes retos, a los que hay que buscar una respuesta lúcida y creativa, centrada en Jesucristo y en una propuesta consistente de espiritualidad.
Comienza con un diagnóstico del momento presente que insiste en el cambio profundo que vivimos y en la necesidad de clarificar la misión, porque ahí encontraremos lo más genuino de la vida consagrada. En un contexto de profunda globalización (glocalización, dice él), para conciliar lo universal y lo local, la vida consagrada tiene que ofrecer su originalidad y fuerza espiritual frente a fenómenos como la ‘Nueva Era’ que quieren erigirse en respuestas a los interrogantes espirituales del hombre de hoy.
Pero no sólo ha de cambiar la vida consagrada; también el cristianismo se ve afectado por el dinamismo actual. Y en ese cambio intervienen los laicos. Su misión y corresponsabilidad aparecen como temas importantes en el nuevo diseño de la vida consagrada al que caminamos. No podía faltar una propuesta de clarificación sobre los votos, para que renovemos la fidelidad a los fundadores como clave de una auténtica renovación. Y en este camino tienen un protagonismo indiscutible los jóvenes religiosos, a los que dedica un largo capítulo. Aparece el tema de la madurez afectiva, porque la vida consagrada es, en el fondo, una cuestión de amor. Acaba la reflexión con un capítulo sobre cómo envejecer en la vida consagrada.
En palabras del autor, se ha pretendido “facilitar el caminar Hacia el futuro de la vida consagrada”, y para ello ha recorrido un itinerario que pretende acercarnos a una vida consagrada nueva y siempre en camino. No es tanto una reflexión sobre la vida consagrada del futuro cuanto un itinerario para llegar a ella.
Es un libro que podríamos calificar de maduro. El autor es un caminante avezado por los surcos de la vida consagrada y de la formación, y sabe conciliar teología y psicología para estimularnos en la renovación y la esperanza. No habla de oídas, sino desde su experiencia.
Bienvenido sea este libro, que se suma a muchos otros sobre la vida consagrada que señalan una gran vitalidad y deseo de búsqueda en medio de la precariedad que caracteriza nuestro tiempo y que acompaña a nuestra Iglesia.
En el nº 2.636 de Vida Nueva.