Una obra de José Luis Díez Moreno (San Pablo, 2008), recensionada por Fernando Rodríguez Garrapucho.
Historia del ecumenismo en España
Autor: José Luis Díez Moreno
Editorial: San Pablo
Ciudad: Madrid
Páginas: 592
(Fernando Rodríguez Garrapucho) El autor de este libro se ocupa de un capítulo importante y poco conocido de la historia de la Iglesia en España: el despertar del movimiento ecuménico. La obra es de sumo interés por muchas razones. En primer lugar, porque el autor, al contar el desarrollo del ecumenismo español, no narra fríamente hechos del pasado, sino retazos de su propia vida comprometida con la causa de la unidad de los cristianos. Es una narración histórica en primera persona, pues de la mayoría de los hechos relatados el autor ha sido protagonista directo. En segundo lugar, la obra es valiosa porque es el fruto de muchos años de investigación y consulta de las fuentes. Consulta de archivos en las diversas Iglesias, de obras de historia del ecumenismo en nuestra nación, ordenación de su rico archivo particular, entrevistas a los propios protagonistas. Todo un arsenal de datos y acontecimientos que, ciertamente, no debía quedar en la penumbra, sino que, saliendo a la luz pública, ofrece todo su fruto y anima a seguir trabajando en la ruta que marcaron los pioneros del ecumenismo, hoy muchos de ellos desaparecidos.
El volumen consta de trece capítulos. En el primero se narran los hechos del comienzo, cuando a mitad del siglo XX los influjos del centro de Europa se dejaban sentir de forma tímida en España. Tiempos en que las heridas de los protestantes españoles todavía sangraban, al ser Iglesias prohibidas, vigiladas y, a veces, desposeídas de sus bienes. Interesante capítulo, que nos muestra la mentalidad de confrontación que existía entre católicos y protestantes, y, por contraste, la valentía de los hombres que se atrevieron a abrir caminos nuevos de amistad y colaboración. El segundo capítulo se ocupa de la historia del protestantismo español, remontándose hasta mediados del siglo XIX, momento en el que las ideas republicanas reclamaban la libertad religiosa, y se permitió la fundación de Iglesias evangélicas importadas de países limítrofes. El autor muestra erudición y capacidad de síntesis, junto a sabrosos comentarios que salpican la narración de anécdotas muy significativas. El cuarto capítulo sigue el estilo histórico, pero ya en el período del final del Vaticano II hasta 2007, dejando constancia de un cambio sustancial en las relaciones entre las Iglesias. El capítulo quinto sigue el relato histórico del desarrollo del ecumenismo en España, pero con la clave de las Semanas de Oración por la Unidad. Con gran viveza de estilo, el autor nos hace revivir aquellas primeras experiencias de los años 50 y 60 que asombraban a propios y extraños. El capítulo sexto recoge la historia desde otro punto de vista más institucional: la actividad ecuménica en las diócesis. No se podía reseñar la historia de todas, por lo que se eligen las que al autor le parecen más significativas. En el mismo sentido se expone la historia en el capítulo séptimo, relatando las actividades de diversas diócesis, desde los comienzos hasta la actualidad.
Iglesias ortodoxas
En el capítulo octavo se cambia de panorama, y el relato dirige su mirada a las Iglesias ortodoxas en España, cómo y cuándo se implantaron. Al principio en pocas parroquias, luego en un crecimiento desbordante con la inmigración de los años 90 del siglo pasado, hasta llegar al momento actual, con muchas parroquias y dos exarcados de patriarcados ortodoxos: el de Constantinopla y el de Rumanía. El capítulo noveno se ocupa de reseñar el impacto que tuvo el Concilio Vaticano II en nuestra Iglesia española. Nuestros obispos no estaban preparados para las doctrinas que el Concilio proclamó, pero, fieles a la Iglesia, fueron abriéndose a esta nueva dimensión ecuménica del ser y actuar de la Iglesia. El capítulo pasa revista a las actividades de todos los obispos que han presidido el Secretariado para las Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal hasta hoy. El décimo capítulo acude a la perspectiva de los delegados diocesanos de Ecumenismo. También se ocupa de una de las instituciones más importantes que creó el diálogo ecuménico en España: el Comité Cristiano Interconfesional, en el cual las Iglesias lucharon juntas por causas comunes, siendo las más favorecidas las Iglesias protestantes, al ser apoyadas por la Iglesia católica en sus justas reivindicaciones ante el Estado. El capítulo termina con una reseña de las actividades del Secretariado para el Ecumenismo y el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal. Notable es la información del capítulo once, al ocuparse de la historia y las actividades de los Centros ecuménicos. Conocer los datos que el autor aporta es útil, pues sobre estos centros ha recaído y sigue recayendo la mayor parte del peso de actividades ecuménicas, y porque detrás de su fundación se encuentran las personas más carismáticas del ecumenismo español. El capítulo siguiente continúa en esta línea, para relatar las principales instituciones que han sostenido el ecumenismo. Por último, el capítulo trece vuelve al tiempo y el estilo narrativos del principio del libro, relatando las dificultades de los comienzos y las aportaciones de la V Conferencia de ‘Fe y Constitución’, en Santiago de Compostela en 1993.
Queda claro que el autor es un apasionado del tema tratado. Tal vez por eso sean excusables las duras críticas que dirige contra algunas personas o instituciones que están frenando el ecumenismo y estropeando lo construido con tanto tesón, valentía y amor a la Iglesia en años pasados. Con razón se duele de que en los últimos años haya una marcha atrás en el ámbito general del ecumenismo español, porque se trata de un camino que Juan Pablo II declaró como “irreversible” para la Iglesia católica (Ut unum sint, n. 3). Hubiera sido de desear una última revisión de nombres y lugares, sobre todo en otros idiomas, que son incorrectos varias veces. Pero, al leer estas páginas, hay que recordar unas palabras del Epílogo: “Se tiene la impresión de que si no se hubieran escrito, tendrían que escribirse”. A partir de ahora, no se podrá prescindir de esta importante obra para saber de la historia, personas e instituciones ecuménicas en España.
En el nº 2.655 de Vida Nueva.