Una obra de Massimo Faggioli (PPC, 2011). La recensión es de Salvador Pié-Ninot
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Historia y evolución de los movimientos católicos. De León XIII a Benedicto XVI
Autor: Massimo Faggioli
Editorial: PPC, 2011
Ciudad: Madrid
Páginas: 217
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SALVADOR PIÉ-NINOT | He aquí un libro que debería ser leído por toda persona interesada en el momento actual de la Iglesia católica, forme parte o no de estos movimientos. Su autor, Massimo Faggioli, es un laico, historiador, miembro de la ‘Escuela de Bolonia’ que fundó G. Alberigo, que actualmente es profesor de Eclesiología e Historia en el Boston College de los jesuitas de los Estados Unidos. Se trata de una buena traducción del texto, aunque es una lástima que no se haya cuidado la bibliografía citando las traducciones y textos de los mismos movimientos editados en castellano.
Este libro empieza presentando la importancia de investigar históricamente las razones de estos movimientos desde León XIII hasta el papa actual, Benedicto XVI. Los siete capítulos que forman el cuerpo del libro parten de los inicios de la Acción Católica y movimientos de reforma de finales del siglo XIX e inicios del XX, para afrontar la etapa del Concilio Vaticano II y, particularmente, con el pontificado de Juan Pablo II, cuando comienza lo que Faggioli titula como “el pontificado global como movimiento”.
Particular atención merece el capítulo sobre “Benedicto XVI, el ‘teólogo papa’ y los movimientos eclesiales”, donde se subraya que, diversamente de Juan Pablo II, Benedicto XVI está más distanciado de ellos, ya que diversos de estos movimientos son testimonio de un bricolage des croyances –opción poco ‘ratzingeriana’–. Ahora bien, a pesar de esto, no quiere decir que los margine, puesto que ve en ellos una fuerza para una reanudación del rol de la Iglesia en la sociedad, cuestión clave del Papa actual.
El capítulo final tiene en su título la conclusión: “Del movimiento católico a los movimientos del Papa: balance parcial de un recorrido”. En este contexto, Faggioli, a grandes trazos, hace una síntesis, y quizá sea aquí donde el libro pierde una cierta objetividad expositiva por el uso de algunas adjetivaciones un tanto gruesas sobre el “orgullo de los movimientos”.
A pesar de estas críticas a ciertas afirmaciones finales, este libro ofrece una ocasión para una reflexión pastoral pausada y, a ser posible, no apasionada, tanto para miembros como para no miembros de estos movimientos, interesados en la Iglesia hoy, ya que se trata de un desafío nuevo, paradójico y quizá no siempre fácil, pero que se debe tener presente con la mayor lucidez en el contexto de las interpelaciones suscitadas, además, por la nueva evangelización.
En el nº 2.815 de Vida Nueva.