Un libro de Julio Trebolle (Trotta, 2008). La recensión es de Jaime Vázquez Allegue.
Imagen y Palabra de un silencio. La Biblia en su mundo
Autor: Julio Trebolle
Editorial: Trotta
Ciudad: Madrid
Páginas: 376
(Jaime Vázquez Allegue) Julio Trebolle es profesor de hebreo, historia de Israel y judaísmo en la Universidad Complutense de Madrid y es, además, uno de los mejores biblistas españoles de la actualidad. Recomiendo aquí al lector su Biblia Judía y Biblia Cristiana (Trotta, 1998) como una de las mejores introducciones a la historia de la Biblia que se han escrito en las últimas décadas. Acaba de salir a la luz su última publicación. Se trata del libro Imagen y Palabra de un silencio. La Biblia en su mundo. Una obra que sitúa los escritos bíblicos en su entorno siguiendo los principios de la exégesis bíblica de última hora, que tiene en cuenta el contexto social, político y religioso de los escritos sagrados. Trebolle conoce a la perfección los nuevos métodos de interpretación y exégesis de la Biblia, los acercamientos sociológicos, antropológicos y filológicos (La interpretación de la Biblia en la Iglesia, Pontificia Comisión Bíblica, 1992). Conoce los textos en sus contextos no sólo literarios, sino geográficos y culturales. Por eso, este libro, más que un ensayo o estudio erudito, es un manual riguroso y bien hecho que nos sitúa ante los escenarios sobre los que se recrean los relatos bíblicos.
La primera parte de la obra analiza las imágenes y palabras de la Biblia. Sobre todo, el uso de los recursos gráficos de las divinidades en las religiones tradicionales orales y su inclusión en las religiones del libro y monoteístas como son el judaísmo, cristianismo e islam. Las escenas del Cantar de los Cantares, las figuras de David, Orfeo y Cristo, y la estética de la creación son, desde este punto de vista, estupendas ilustraciones para analizar el desarrollo y la evolución de las imágenes de la divinidad. Después, Trebolle analiza los símbolos divinos. Para ello, nos sitúa ante la iconografía de las religiones del antiguo Oriente, en donde, por ejemplo, la evolución de la diosa de la fecundidad y el dios de la tormenta llega hasta el Dios de Israel pasando por las creencias de los reinos cananeos, fenicios y arameos. A continuación, desde una perspectiva más literaria, el autor nos acerca a las metáforas y narraciones de la Sagrada Escritura a través de imágenes gráficas como las visiones y revelaciones, apariciones y audiciones, ideas y creencias, tipologías y parábolas. En resumen, el paso del mito tradicional a la historia de la revelación retratada en los escritos bíblicos.
La última parte del libro nos sitúa ante la evolución de las ideas y creencias reflejadas en el Libro Sagrado. El paso del politeísmo al monoteísmo, del nomadismo al sedentarismo, de la religión tribal a la religión urbana, de la ética de la retribución a la creencia en la resurrección, del descenso a los infiernos al ascenso a los cielos. Todo para poder afirmar al final que ¡Yahvé es Dios! Una conclusión, dicho sea de paso, muy plausible y digna de ser tenida en cuenta en los tiempos que corren.
Ya sabíamos que Julio Trebolle es uno de los mejores biblistas actuales. Este libro no sólo lo confirma, sino que lo sitúa a la cabeza de la investigación internacional en el estudio de la Biblia. Alguien dijo -no sin razón- que este libro comienza tratando el mundo de la Biblia desde el punto de vista de la literatura y termina tocando otros muchos temas de interés. Y es que no resulta fácil realizar un acercamiento al mundo de la Biblia desde la literatura comparada y unirlo a los estudios de la historia de las religiones. Julio Trebolle ha conseguido conectar las dos disciplinas y aplicarlas a la literatura bíblica con la precisión, el rigor y la prudencia que sólo tiene un maestro en la materia. Los rabinos decían que este tipo de estudios sólo los podían hacer los sabios. Seguramente, nos encontramos ante la obra de un sabio, que ha dedicado toda su vida al estudio de la Biblia. Desde estas líneas, no sólo recomendamos su lectura, sino que felicitamos y agradecemos al autor por su trabajo y a la editorial por su acertada publicación.
En el nº 2.654 de Vida Nueva.