He aquí una buena herramienta para pensar la acción de la Iglesia en la actual cultura juvenil
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Título: Cultura actual y pastoral juvenil
Autor: Jesús Rojano
Editorial: CCS, 2014
Ciudad: Madrid
Páginas: 184
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FERNANDO CORDERO (SS.CC.) | Jesús Rojano Martínez (Madrid, 1962) es sacerdote salesiano y doctor en Teología Pastoral. Desde septiembre de 2012 desempeña la dirección de la revista Misión Joven, forma parte del Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil e imparte clases en centros universitarios. El libro recoge precisamente diez artículos del autor en la publicación que dirige y en la revista Crítica, aparecidos entre los años 2007 y 2013, que vehiculan la ruptura entre la cultura occidental actual y la fe cristiana.
El volumen mantiene un equilibrio entre el pesimismo radical y el optimismo ingenuo, como se nos indica en la introducción. Recuerda lo que vaticinó lúcidamente Pablo VI en Evangelii Nuntiandi: “La ruptura entre Evangelio y cultura es, sin duda, el drama de nuestro tiempo”. Sobre este asunto gira la tesis fundamental de esta obra.
Describe, en primer lugar, por qué los cambios culturales han influido tanto en la acción pastoral de la Iglesia, mostrando los retos y posibilidades que tiene la nueva evangelización por delante, que no pueden caer en saco roto. Son esperanzadores ciertos rasgos de apertura de la cultura posmoderna a la vivencia cristiana, como los de volver a valorar la dimensión corporal, estética y festiva del ser humano.
Un segundo bloque afronta la influencia de los cambios socioculturales mencionados y las nuevas espiritualidades que han ido surgiendo en las últimas épocas. Citando a José María Mardones, señala Rojano que necesitamos “una fe que cuide y cultive a la vez la cabeza (dimensión intelectual), el corazón (dimensión afectiva y experiencial) y las manos (dimensión práctica y sociopolítica)” (p. 51). Nos advierte de que, por alergia de una mala imagen de Dios, muchos han elegido una espiritualidad sin Dios. Ante este panorama, estamos llamados a llenar más de Evangelio nuestra acción pastoral y a no olvidar que no todo depende de nosotros.
Vivencia religiosa
En tercer lugar, hay cinco artículos centrados directamente en la actual generación juvenil, en concreto sobre cómo afectan los cambios socioculturales a la vivencia religiosa juvenil. Es muy ilustrativo el capítulo dedicado a los jóvenes y sus dificultades para creer, donde se nos ofrece una situación general de los jóvenes ante la fe.
El autor echa mano de un “manual de primeros auxilios” del también salesiano José Luis Moral, ¿Jóvenes sin fe?, para subrayar que muchos jóvenes hoy son religiosos, pero lo expresan de otro modo. También de la mano de Ulises, señala que, en lugar de una breve etapa de transición, la adolescencia se está convirtiendo en un viaje largo y confuso. Apunta, además, algunas pistas para acercar el Evangelio y lo eclesial a los jóvenes, con procesos catequéticos flexibles, cuidado de la interioridad, acompañamiento personal, voluntariado y nuevos lenguajes. Es necesario dotar de espacios juveniles en la comunidad cristiana, creados por los propios jóvenes, en los que se incluya una catequesis intergeneracional.
Por último, el cuarto bloque apunta los caminos que se van vislumbrando para la pastoral juvenil actual y futura ante los diferentes retos. Revela cómo lo que menos toleran los adolescentes y jóvenes es la incoherencia e inautenticidad en los adultos que les proponen valores y modelos de vida. Nuevamente, una llamada seria a ser testigos.
Nos hallamos ante un libro sólido en sus análisis y, al mismo tiempo, ágil, inspirador, muy válido para la formación de agentes de pastoral juvenil y para contrastar las diferentes acciones evangelizadoras que se llevan a cabo con los jóvenes en parroquias, colegios, movimientos, congregaciones y diócesis. Sin duda, un acierto y una buena herramienta para pensar seriamente la acción de la Iglesia en la actual cultura juvenil.
En el nº 2.898 de Vida Nueva