Un libro de Graham N. Stanton (Desclée de Brouwer, 2008). La recensión es de Santiago Guijarro Oporto.
Jesús y el Evangelio
Autor: Graham N. Stanton
Editorial: Desclée de Brouwer
Ciudad: Bilbao
Páginas: 336
(Santiago Guijarro Oporto) Los estudiosos de los evangelios se han interesado en los últimos años por las referencias a estos libros en los autores del siglo II d.C. y por los manuscritos más antiguos que se conservan de ellos. Estas dos cuestiones, sobre las que existe poca bibliografía en castellano, se abordan parcialmente en este libro.
El estudio de las citas y referencias a los evangelios en los autores del siglo II d.C. permite averiguar qué evangelios utilizaban y valoraban más las primeras comunidades cristianas, una información clave para reconstruir el proceso por el cual algunos de los primeros libros sobre Jesús fueron reconocidos como escritura y considerados, más tarde, como canónicos. Los capítulos tercero y cuarto de este libro tratan dos cuestiones relacionadas con esta temática general: el tercero intenta averiguar cuándo y cómo se concluyó la selección de los cuatro evangelios de nuestras biblias, mientras que el cuarto se centra en dos autores clave (Justino e Ireneo) para averiguar cómo recogen las tradiciones sobre Jesús y qué dicen de los evangelios.
La segunda cuestión, el estudio de los manuscritos más antiguos de los evangelios, ha cobrado un nuevo impulso con la publicación reciente de nuevos papiros. Aunque éstos no aportan nada nuevo sobre el texto de los evangelios, su estudio puede decirnos muchas cosas del valor que les daban los primeros cristianos. Los dos últimos capítulos tienen que ver con esta problemática. En el penúltimo se pregunta por qué los primeros cristianos mostraron una preferencia tan clara y generalizada por el códice, un formato muy poco usado hasta entonces y que luego se generalizó hasta convertirse en el formato habitual del libro tal como hoy lo conocemos. En el último examina los papiros del siglo II y comienzos del III d.C. para mostrar que la forma en que están escritos algunos de ellos revela que fueron usados en la lectura pública.
Nuevo significado
Además de estos cuatro capítulos, el libro contiene otros cinco. De ellos hay que destacar el segundo, el más extenso de todos, en el que el autor trata de averiguar en qué situación y momento comenzaron los primeros cristianos a utilizar la palabra “evangelio” con un sentido más rico y preciso que el que tenía en el contexto helenístico romano o en la tradición judía. Partiendo de la constatación comúnmente aceptada de que este término pertenece al lenguaje del culto imperial, Stanton sugiere que comenzó a adquirir un nuevo significado no en el contexto de la misión paulina, sino entre los grupos de seguidores de Jesús en Palestina con motivo de la crisis provocada por la orden de Calígula de colocar una estatua suya en el templo de Jerusalén. Este uso se habría profundizado en las comunidades paulinas, tal y como reflejan la carta a los Gálatas, que el autor relaciona con las ciudades de Galacia del sur, y en la primera carta a los Tesalonicenses y en la carta a los Filipenses. Es una tesis sugerente que ayuda a comprender mejor el proceso de creación de un lenguaje propio (sociolecto) en las primeras comunidades cristianas. Éste es, sin duda, el capítulo más original.
Como el lector habrá ya intuido, el libro es una colección de artículos sobre temas diversos. Los cuatro restantes tienen menos relación con la temática de estos cinco. El primero de ellos es la introducción, y el quinto, un estudio sobre el significado de la expresión “ley de Cristo” en san Pablo. Sólo el sexto y el séptimo están relacionados directamente con Jesús y tratan aspectos muy concretos: las acusaciones que le dirigieron sus contemporáneos y las primeras objeciones a su resurrección. Con estos datos tal vez podría pensarse que el título del libro no responde del todo a su contenido, pues el lector no encontrará en él una exposición sobre Jesús ni sobre los evangelios. Todos los capítulos tienen relación con Jesús y con los evangelios, pero el tema central, como el autor reconoce en la introducción, es la evolución del término evangelio y la recepción de los evangelios entre los primeros cristianos. Son estudios especializados de toda solvencia, cuya lectura encontrará muy provechosa el lector interesado en estos temas y quienes estudian y explican los evangelios.
En el nº 2.651 de Vida Nueva.