Una novela de Milena Agus (Siruela, 2008), recensionada por Juan Carlos Rodríguez.
Las alas de mi padre
Autor: Milena Agus
Editorial: Siruela
Ciudad: Madrid
Páginas: 170
(Juan Carlos Rodríguez) En la luz de Cerdeña, Milena Agus rescata de la memoria a Madame y su sueño imposible de viajar a Francia. Es la historia de su abuelo, íntimo aliado en su pulso contra los especuladores, que cercan su terreno y su vida frente al mar. Pero Madame, aunque pobre, no vende. Mágica, fantástica y verdadera, es también una historia irónica y truculenta, con un padre cuya presencia es un rumor de alas de un ángel de la guarda. Como en Mal de piedras, su obra anterior, Agus muestra maestría en el uso de lo simbólico.
Heridas, nudos… que se acumulan en nosotros y de los que necesitamos liberarnos aunque el precio sea un proceso doloroso, atroz. De ahí que “sin magia la vida no es más que un espanto”. Y quien dice magia, dice amor, fe, alegría, amistad, sensibilidad, solidaridad, capacidad para mirar la belleza en lo que nos rodea.
Sencilla y hermosa, Agus crea una gran parábola sobre el mundo de hoy, donde la ternura choca despiadadamente con la crudeza. Lo cual no es óbice para que sus personajes, descritos con dulce sencillez por la joven protagonista, sepan reconstruirse a sí mismos, aunque estén condenados real o metafóricamente. Luchan ante todo por mantener la identidad individual sin dejar de pertenecer a un todo: el pueblo, el terreno, el mar.
En el nº 2.641 de Vida Nueva.