Una novela de Danilo Kis (El Acantilado, 2009). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez.
Laúd y cicatrices
Autor: Danilo Kis
Editorial: El Acantilado
Ciudad: Barcelona
Páginas: 128
(Juan Carlos Rodríguez) Vida y obra de Danilo Kis (Subotica, 1935-París, 1989) reescriben, con la guerra de los Balcanes de fondo, el desencanto y la amargura del siglo XX. Restaurado por fin como uno de los grandes nombres de la literatura contemporánea, su testimonio alcanza eco con la nueva edición de Laúd y cicatrices. Ignorado hace una década, encuentra ahora no sólo nuevos lectores, sino nuevas lecturas, repuesto ya el autor en el lugar que le corresponde tras el éxito de La enciclopedia de los muertos y, especialmente, Una tumba para Boris Davidovich –a las que cabría añadir la trilogía de Circo familiar–.
Su peripecia como superviviente de la matanza de Novi-Sad hizo que Kis trasmutara su literatura, concibiéndola –en la línea de los sobrecogedores testimonios de Primo Levi– como textos autobiográficos, donde combatía los peores fantasmas del destino y la muerte. Y ahí se insertan estos relatos de Laúd y cicatrices, escritos entre 1980 y 1986, más dolorosos y trágicos, si cabe, porque el autor ya conocía que estaba abocado, por una enfermedad incurable, a la muerte inminente. El deudor o El poeta, entre otros, además de su maestría, lírica y doliente, nos muestran ese humor negro tan suyo y tan necesario para sobrellevar la angustia, porque deber de todo escritor –sostiene Kis– es añadir “bondad al mundo”.
En el nº 2.690 de Vida Nueva.
