En ‘El revés de la trama’, una novela de Ginés S. Cutillas (Editorial Base). La recensión es de Javier Morales
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Título: Los sempiternos
Autor: Ginés S. Cutillas
Editoriales: Editorial Base
Ciudad: Barcelona, 2015
Páginas: 112
JAVIER MORALES | Autor de una novela, aunque conocido sobre todo por su trabajo como microrrelatista, Ginés S. Cutillas (Valencia, 1973) publica ahora una colección de cuentos, Los sempiternos, en cuya gestación ha influido, sin duda, su formación como ingeniero informático.
Los once relatos del libro pueden leerse de forma independiente, aunque es aconsejable abordarlos a la manera clásica, esto es, desde el primero hasta el último. No solo porque algunos personajes se repitan y algunas tramas y episodios aparezcan en unos y resuenen en otros, sino porque el orden que ha elegido Cutillas no es nada casual, como a priori podría pensarse en un libro donde el azar tiene un papel fundamental.
Así lo aconseja el autor en la hoja de ruta inicial. Abre el libro con un cuento-prólogo, Muerte, el final de todo, mientras que lo cierra con Sexo, el principio de todo, y no hablo solo de la vida, sino de la creación literaria. Entre medias, Cutillas narra algunos de los temas centrales de la literatura, la filosofía, la psicología o la religión: el sueño, la ambición, el tiempo, el amor…
La definición académica que nos regala al comienzo de cada uno de estos temas se ve cuestionada inmediatamente por una historia, a veces esperpéntica, en la que se pone patas arriba nuestra visión de lo cotidiano, que acaba mostrándose en ocasiones como una amenaza.
Ambientados en Barcelona, ciudad en la que Cutillas vive desde hace años, los relatos de Los sempiternos rezuman humor, un humor inteligente y, por eso, a veces nos dejan un poso de tristeza. Nos advierten de que no debemos dejarnos llevar por las apariencias de las cosas, de lo que ocurre a nuestro alrededor, pues nada es lo que parece.
Por el planteamiento y la forma, Los sempiternos me recuerdan al trabajo de dos grandes cuentistas catalanes, Quim Monzó y Sergi Pàmies, y, sobre todo, al de otro escritor valenciano, Juan José Millás.
En el nº 2.942 de Vida Nueva.