Edición a cargo de José Pedro Manglano (Planeta Testimonio, 2011). La recensión es de Tomás de la Torre Lendínez.
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Nadar contra corriente. El Papa más sincero y más intimo
Editor: José Pedro Manglano
Editorial: Planeta Testimonio
Ciudad: Barcelona
Páginas: 352
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TOMÁS DE LA TORRE LENDÍNEZ | El retrato como expresión artística tiene un largo recorrido en la historia del arte. También la Iglesia ha defendido desde siempre los retratos de los obispos, naciendo así los episcopologios. La Santa Sede posee la mejor muestra de retratos de los papas, firmados por grandes maestros de la paleta. Uno de ellos, el que realizó Velázquez de Inocencio X, muestra un estudio físico de aquel pastor y, a la vez, sugiere varios rasgos psicológicos de quien en ese momento ocupaba en Roma la sede de Pedro.
Tras leer Nadar contra corriente, una selección de las mejores entrevistas con el cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, saco en consecuencia que los actuales pintores de cámara son los medios de comunicación, donde los entrevistados dejan constancia de sus conocimientos, sus experiencias, sus momentos vitales particulares, sus opiniones magistrales sobre amplios campos de la actualidad histórica y eclesial.
Con razón, este libro, retrato del actual sucesor de Pedro, lo edita Planeta Testimonio, pues es el Papa quien, en esas entrevistas con medios, va testimoniando –aparentemente sin darse cuenta– los jirones de su vida; las opiniones sobre asuntos fronterizos de la moral católica; el trabajo con su antecesor, el beato Juan Pablo II; sus vivencias del Concilio Vaticano II; su visión del futuro eclesial; las relaciones ecuménicas; y un largo serial de asuntos que llegan hasta las 352 páginas, incluido un índice analítico, herramienta esencial para encontrar cualquier punto que busque el ávido lector o el inquieto investigador sobre el pontificado de Benedicto XVI.
Aplaudo, sinceramente, el trabajo de edición realizado por José Pedro Manglano, que ha organizado una joya de orfebrería, con documentos escritos, sonoros y televisivos sobre una persona que se expresa tal cual es, de forma sencilla, con un lenguaje asequible para el lector medio, pero con una profundidad intelectual de primera categoría, lo que le ha valido que los propios medios informativos le hayan apodado como “el Papa teólogo”.
Recomiendo la lectura de este libro a cuantos amen a la persona de Benedicto XVI y deseen conocerlo más íntimamente para citar sus opiniones desde una mayor cercanía, la misma que él muestra ante un micrófono y sus entrevistadores. Se trata, en fin, de un excelente mosaico de la personalidad papal. Tenerlo y leerlo es un tesoro para amar más a la Iglesia y al Vicario de Cristo.
En el nº 2.779 de Vida Nueva.
