En ‘El revés de la trama’, un libro de relatos de Javier Sagarna (Menoscuarto). La recensión es de Javier Morales
Título: Nuevas aventuras de Olsson y Laplace
Autor: Javier Sagarna
Editorial: Menoscuarto
Ciudad: Palencia, 2015
Páginas: 136
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JAVIER MORALES | En uno de los cuentos de su anterior libro, Ahora tan lejos (Menoscuarto), el escritor Javier Sagarna (Madrid, 1964) dio a conocer a dos personajes, Olsson y Laplace, que, transcurrido el tiempo, han dado y darán mucho que hablar porque son los protagonistas de su nueva colección de relatos: Nuevas aventuras de Olsson y Laplace. Según explicó el propio Sagarna en la presentación del libro, fue un encargo el punto de partida de estas nuevas aventuras, y el resultado es un libro divertido a la par que profundo, en el que el escritor madrileño explora los límites entre géneros. De hecho, aunque cada cuento puede leerse como una pieza independiente, también puede leerse como una novela.
El autor rinde homenaje a los grandes del género de aventuras y, como tal, se deja llevar desde el punto de vista narrativo, como si él mismo estuviera dentro de una aventura, literaria, eso sí, en la que los protagonistas se encuentran en todo tipo de situaciones y avatares: cocodrilos en las alcantarillas, batallas contra piratas y dinosaurios, subidas al Himalaya.
Tras la lectura del libro, es fácil encariñarse con sus dos protagonistas. Olsson es un hombre adusto, austero y parco, poco dado a sentimentalismos, proclive a vivir el momento, sin más, capaz de disfrutar de la existencia a pesar de sus inconvenientes y molestias, incluso en las situaciones más difíciles. Locuaz, sentimental, angustiado y neurótico, así es su amigo Laplace. El yin y el yang. Dos formas de ver el mundo, tal vez complementarias.
Nuevas aventuras de Olsson y Laplace es una opción de lectura inteligente para este tiempo de verano. El lector disfrutará los viajes de esta pareja por medio mundo, transportados por la excelente prosa de Sagarna, quien es capaz de mostrarnos su entusiasmo y de dejarnos siempre, en la recámara, una pregunta: ¿por qué nos movemos?, ¿por qué huimos? Tal vez porque, como dijo Pascal, el hombre es infeliz porque no sabe estarse quieto dentro de una habitación.
En el nº 2.953 de Vida Nueva.
