Libro pensado y dedicado a todos los que quieren seguir a Jesús de la mano de María. Pero en la espiritualidad que trasmiten y en algunas páginas concretas hay mucho del legado de un hombre admirable: el padre Guillermo José Chaminade, sacerdote y misionero en la Francia convulsionada del siglo XIX y fundador de lo que hoy llamamos Familia Marianista. Sinceramente creo que sus intuiciones y aportes sobre el amor a María y sobre cómo vivir la vida cristiana con una fe encarnada en la realidad, con sentido comunitario y con compromiso misionero son válidas para todos.
Seguir a Jesús. Recorrer sus huellas. Dejar que él nos marque rumbos y nos oriente. Caminar con él por el camino de la vida. Dejar que su proyecto de vida se haga el nuestro. Compartir sus planes, sus búsquedas y sus experiencias. Nombrarle capitán de nuestro barco, guía de nuestra andadura, experto en nuestra expedición. ¡Qué imagen fascinante!