El Episcopado, reunido en Asamblea, apela al diálogo en los meses previos a la cita con las urnas de diciembre
(Ronald Grebe– La Paz) La Iglesia católica de Bolivia ha pedido a los sectores políticos y sociales del oficialismo y de la oposición encarar el próximo 6 de diciembre unas elecciones generales limpias, donde estén ausentes los engaños, mentiras, insultos y confrontaciones violentas, y se evite la presencia de intereses particulares en contra del bien común de los bolivianos.
Al concluir su 87ª Asamblea general, celebrada en Cochabamba, los obispos bolivianos solicitaron el esclarecimiento del atentado explosivo que, el miércoles 15 de abril, sufrió la residencia del cardenal Julio Terrazas en Santa Cruz, “violencia que va en desmedro, también, de la Iglesia”.
Las conclusiones de la Asamblea episcopal fueron dadas a conocer por el secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) y obispo de El Alto, Jesús Juárez, acompañado del vicepresidente de la CEB y arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor, y del arzobispo de Cochabamba, el salesiano Tito Solari. El cardenal Terrazas no estuvo presente en la clausura del encuentro, debido a problemas de salud que le obligaron a retornar a Santa Cruz.
La Iglesia boliviana repudia el clima de creciente incertidumbre e inseguridad que vive el país a causa de la violencia, la agresividad, la falta de respeto a la vida, a la dignidad y a las pertenencias de las personas, al tiempo que critica también el “desprecio a la normatividad institucional”, lamentó el arzobispo Abastoflor, y agregó que la inseguridad y la violencia se manifiestan en diferentes niveles: “Mucha gente no quiere salir a la calle porque teme ser asaltada. No es el camino recurrir a la violencia”.
En la nueva relación que mantendrá con el Estado, merced a la Constitución Política aprobada el 25 de enero y que ya no permite una relación oficial con ninguna creencia religiosa en particular, la Iglesia católica anunció que reforzará los programas dedicados a los sectores más vulnerables y pobres de Bolivia, que constituyen la mayoría de los nueve millones de habitantes del país andino.
La CEB asume esta determinación sobre la base de la clara amenaza que representa para el país la crisis financiera internacional y la fortaleza de las obras de la Iglesia en áreas sensibles de la educación y la salud. “Como Iglesia seguiremos, con renovado esfuerzo, sirviendo a los hermanos y sectores más pobres y vulnerables, a través de centros educativos, hospitales y postas, asilos, hogares para niños y personas abandonadas, comedores y tantas otras obras sociales”, subrayaron los prelados.
En la inauguración de esta 87ª Asamblea episcopal, el cardenal Julio Terrazas recordó que, “en medio de toda esta situación, resalta la profunda aspiración de nuestro pueblo de vivir en paz, construida a través del diálogo y el entendimiento. A estos anhelos se oponen los últimos acontecimientos que han conmovido y desconcertado a la opinión pública. Nadie en Bolivia puede admitir ni estar de acuerdo con la corrupción abierta, el aumento desmesurado de la comercialización de la droga y de hechos que apuntan a un terrorismo organizado”.
Por el bien de este pueblo y para despejar sospechas y dudas que crean más tensión y división en el país -añadió el cardenal y presidente de la CEB-, pedimos que con cordura, objetividad y transparencia se clarifiquen los hechos y se tomen las medidas correspondientes de acuerdo a las leyes vigentes, porque sólo de esta manera Bolivia podrá salir de las garras del miedo, de la sospecha infundada y asegurar el respeto de los derechos humanos fundamentales”.
Más adelante, Terrazas anunció que se adecuarán las estructuras de la propia Conferencia Episcopal para que respondan de una manera más ágil y coordinada a los nuevos desafíos que plantea la sociedad actual. “Así -sostuvo-, nuestros servicios reflejarán la preocupación apostólica de la Iglesia, vivida en comunión y corresponsabilidad”.
Pero ese mensaje no obtuvo respuesta alguna ni en el Gobierno ni en la oposición regional de Santa Cruz, ya que unos y otros mostraron nuevamente señales de una confrontación que ya provocó muchos muertos en los últimos tres años de gobierno de Evo Morales.
Finalmente, en este contexto actual, “en el que se está queriendo dar una nueva configuración a Bolivia con criterios y posiciones enfrentadas” el obispo de El Alto y secretario de la CEB, Jesús Juárez, llamó a los laicos cristianos, en especial a los que tienen responsabilidades en la conducción del país, a “no temer dar un testimonio claro de su fe en Dios, que guía los destinos de cada persona y de toda la sociedad”.
En el nº 2.659 de Vida Nueva.
