Los obispos de Costa Rica agradecen a Dios por haber aceptado la intercesión de Carlo Acutis en favor de una joven costarricense

La Iglesia en el país pide a los jóvenes vivir la santidad, a ejemplo del beato 

Luego de que el 23 de mayo el papa Francisco aceptara el milagro que hará santo al beato Carlo Acutis, el Episcopado Nacional de Costa Rica agradeció a Dios por esta gracia, y llamó a la juventud tica a buscar la santidad.



Y es que, el milagro atribuido a la intercesión del beato londinese tiene que ver con una joven ciudadana de Costa Rica, de nombre Valeria, quien en 2022 sanó inexplicablemente tras haber sufrido un grave daño craneoencefálico.

Según el Dicasterio para las Causas de los Santos, Liliana, la madre de Valeria, colocó una carta-petición en la tumba de Carlo Acutis, en la ciudad italiana de Asís, y ese mismo día la joven comenzó a mostrar una sorprendente recuperación en el hospital.

La santidad permite la transformación de la sociedad

“Nuestra gratitud a Dios porque ha manifestado su grandeza escuchando la intercesión del beato Carlo Acutis en el milagro realizado en favor de la joven costarricense, Valeria Valverde, cuya madre suplicó con fe y confianza. Este signo de su misericordia y de su amor, nos permite confirmar que el testimonio de la santidad permite la transformación de la sociedad”, señala el comunicado del espiscopado de Costa Rica.

Los obispos también llamaron a todos los creyentes a desear la santidad de vida. “En particular, para ustedes jóvenes, que resuene la invitación a permanecer abiertos, como canales por los que la esperanza de Cristo pueda fluir y difundirse en los ambientes donde viven”.

Les recordó a los jóvenes que, a través de la santidad, la Iglesia puede renovar su ardor espiritual y su vigor apostólico. “El bálsamo de la santidad generada por la vida buena de tantos jóvenes puede curar las heridas de la Iglesia y del mundo”.

¡Gracias por la vida de Carlo Acutis!

Los obipsos de Costa Rica también agradecieron a Dios por el testimonio del beato Carlo Acutis (1991-2006), quien desde su corta edad y como joven se esforzó por vivir una vida plenamente unida a la Cristo.

“Era un joven normal, sencillo, espontáneo, simpático, amaba la naturaleza y los animales, jugaba fútbol, tenía muchos amigos de su edad, se sintió atraído por los medios modernos de comunicación social, apasionado por la informática y autodidacta construyó programas para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza. Tenía el don de atraer y fue percibido como un ejemplo”, recordaron.

El comunicado del episcopado tico fue firmado por el obispo de Limón y presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, Javier Román Arias, y por el secretario general del organismo, Bartolomé Buigues Oller, obispo de Alajuela.

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