Los obispos de Guatemala eligieron a su nuevo presidente para los próximos tres años; se trata del obispo Rodolfo Valenzuela Núñez, quien firmó en nombre de los obispos guatemaltecos el mensaje conclusivo de la Asamblea Plenaria Anual 2023.
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Los obispos agradecieron al arzobispo de Guatemala, Gonzalo de Villa y Vásquez, por su servicio como presidente del episcopado los últimos seis años.
El obispo Valenzuela, quien fue el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala desde enero del 2020, nació en la ciudad de Quetzaltenango, el 26 de junio de 1954. Cursó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Diocesano y fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1980. Tras su ordenación, ejerció su ministerio pastoral en diferentes parroquias de su diócesis.
El 19 de febrero de 1997 fue nombrado por el papa Juan Pablo II como obispo coadjutor de la diócesis de Verapaz. Recibió la consagración episcopal el 19 de abril de ese mismo año. Tras la jubilación del obispo Gerardo Humberto Flores Reyes, el 22 de febrero de 2001, fue nombrado obispo de Verapaz.
Los retos de la Iglesia en Guatemala
Del 23 al 27 de enero, los obispos de Guatemala llevaron a cabo su asamblea en la que analizaron los desafíos pastorales actuales. “Nos sentimos llamados a escuchar estos signos de los tiempos y a continuar el camino de reflexión, escucha y discernimiento propuestos por el sínodo universal de la Iglesia”, señala el texto final firmado el obispo Valenzuela.
Entre otras cosas, expresaron su inconformidad ante las exigencias del gobierno en el marco del proceso de registro de albergues de migrantes, pues consideraron que las restricciones pondrían en riesgo el servicio de caridad, respetuoso y gratuito que brindan a los migrantes, incluso, obligaría a cerrar algunas casas.
Los obispos también alertaron de otras problemáticas que aquejan a su país como el deterioro social y la violencia contra la mujer; en ese aspecto, expresaron su preocupación en torno a algunos conflictos territoriales, por lo que hicieron un llamado a la paz y a la reconciliación a los habitantes, y pidieron a las autoridades ejercer su mandato constitucional para favorecer la solución del problema.
De cara al proceso electoral
También manifestaron que la corrupción “se ha hecho cada vez más evidente”, así como el deterioro de la democracia y la aplicación de la justicia; por lo que prevén que el proceso electoral del próximo 25 de junio, en el que se elegirá nuevo presidente de la república, además de diputados y alcaldes, sea complejo, lo que provoca escepticismo y desconfianza en el país.
En este sentido, señalaron: “Creemos en la posibilidad de la democracia como sistema de gobierno que evite la centralización y manipulación del poder; es posible promover aun en esas circunstancias, un proceso honesto y transparente. Hemos de actuar de la manera que tanto electores como candidatos busquemos el bien común”.
Finalmente, dieron a conocer la integración de la nueva junta directiva de la Conferencia Episcopal de Guatemala para los próximos tres años y detallaron que Juan Manuel Cuá, obispo auxiliar de Los Altos, será el delegado para el sínodo universal, mientras que Víctor Hugo Palma Paúl, obispo de Escuintla, será el delegado suplente.
