El arzobispo de Asunción llamó a prepararse adecuadamente con “urgencia” para la renegociación de sus tratados hidroeléctricos
Hace 205 años, un 14 de mayo, los paraguayos lograban su independencia de la corona española. Por eso, entre los diversos festejos realizado en mayo, se celebró un Tedeum en acción de gracias en la Catedral Metropolitana de la ciudad de Asunción. La liturgia fue presidida por el arzobispo Edmundo Valenzuela y participaron el presidente de la República, Horacio Cartes, el vicepresidente, Juan Afara y el intendente Mario Ferreiro, además de ministros, embajadores y otras autoridades.
Valenzuela aprovechó la oportunidad para referirse a las renegociaciones de los acuerdos mantenidos con Brasil y Argentina por las represas hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá, respectivamente, que calificó como “de extrema importancia”.
En el año 2023 se deberá renegociar un anexo del Tratado de Itaipú, por lo que ya consideró “urgente comenzar a preparar, cuanto antes, el equipo y los estudios necesarios para participar con éxito en las negociaciones que vendrán con Brasil, procurando obtener los mejores beneficios para el Paraguay”, sentenció.
Itaipú, que en guaraní quiere decir “piedra que suena”, está montada sobre el río Paraná y es la central hidroelétrica más grande tanto en el hemisferio sur como en el occidental. Si bien el tratado vigente establece que la energía producida debe repartirse entre los dos países en partes iguales, en los hechos Brasil se ha quedado con el 90 por ciento de la electricidad, y Paraguay no ha tenido más opción que venderle este excedente a un precio que considera irrisorio.
A su vez, el arzobispo aseveró que la revisión del tratado de Yacyretá “debe ser transparente e integrar a las mejores mentes paraguayas”. Esta represa también está ubicada sobre el Paraná y su nombre también es guaraní, significando “tierra de la luna”. Recientemente el presidente argentino Mauricio Macri ejecutó el pago a Paraguay de 22,3 millones de dólares por la energía cedida a su país por Paraguay en 2014, monto que no habían sido pagados por su predecesora, Cristina Fernández. Ambos gobiernos han retomado también el diálogo por el monto que la entidad binacional debe al tesoro argentino por aportes para la construcción de la represa. Mientras las autoridades paraguayas sostenían que debían pagarse cinco mil millones de dólares, el gobierno de Fernández afirmaba que el monto ascendía a 16 mil millones debido a los intereses acumulados. Ahora pareciera que el gobierno de Macri reclamaría una suma sensiblemente menor. Según lo establecido, la revisión del tratado debería haberse realizado hace dos años.
Distribución y ecología
“Al tomar conciencia de la riqueza del país, no debería haber pobres –afirmó Valenzuela–. La lógica del compartir y la solidaridad posibilitará corregir su ruta y orientar a la acción hacia un futuro de desarrollo equitativo y sostenible. Las hidroeléctricas, la producción agroganadera, el sistema tributario mejorado, la vuelta a la agricultura familiar son más que suficientes para la justa distribución de las riquezas. Nos exigirá transparencia y honestidad, mejora del sistema judicial, y del gasto público. Todos y cada uno está llamado a combatir la pobreza, la corrupción y la impunidad”.
También pidió un freno a la violencia, la corrupción y la impunidad, así como una promoción de la cultura del encuentro, la vida y familia y de la dignidad de toda persona. “Hace falta rever y transformar el sistema socio-económico-político, para que sea posible la cultura de la vida, de la justicia y de la paz”, remarcó. Llamó a cuidar el equilibrio entre la agricultura, la industria y los servicios en un paradigma de desarrollo sustentable y a cultivar un humanismo llamado ecología humana, “en defensa de la vida, de los pobres, del medio ambiente, que respondan no sólo a una necesidad personal y familiar, sino también a una necesidad global y transcendente”.
FERNANDO COSTA. ASUNCIÓN
